En la mediocridad
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17º-23º

En la mediocridad

En la mediocridad
Carlos Fernández fue de lo poco destacable del partido de ayer junto con Didier Moreno | patricia g. fraga

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El Deportivo evidenció una descomposición absoluta de su proyecto ante un rival que le pegó un repaso de inicio a fin desnudando a los herculinos y mostrando todas sus vergüenzas. Fue un espectáculo bochornoso para Riazor, espectacular para el equipo madrileño y hundió más en la mediocridad a este plantel y a este cuerpo técnico.

Era obvio que mandase el Depor en el inicio del encuentro. Aunque el Rayo Majadahonda salía al campo con un planteamiento valiente, era el equipo de Natxo el que apostaba por el ataque y por trenzar jugadas de vanguardia. Carlos Fernández probaba fortuna en los primeros compases con un remate de cabeza que no tomaba la orientación deseada, repetía minutos después y, cumplido el cuarto de hora, era Vicente el que ensayaba con un disparo que también se marchaba fuera. El Extremadura enseñaba los dientes segundos después en su primer ataque organizado, que acababa con un despeje de Dani Giménez rematado fuera por Enzo Zidane, que no llegaba a emular a su padre, pero conectaba un trallazo tremendo.


A los veinte minutos volvía a ensayar el cuadro madrileño con un zapatazo de Héctor Hernández. Enlazaba sus mejores minutos y se venía arriba haciendo dudar a la zaga blanquiazul, incluso a Dani, que a punto estaba de dejar la pelota a un rival en un control con los pies en su área.

A los 26 realizaba una buena jugada de ataque el conjunto rival que desesperaba a Riazor porque el Depor había desaparecido en ataque. No llegaban los centros de Caballo, que impactaban en el rival y Nahuel se perdía en quiebros y regates que no proporcionaban pases. Tampoco Edu entraba en juego, creciendo el Rayo Majadahonda por momentos. Vicente perdía demasiados balones y sostenían al equipo Didier Moreno y los centrales. Tras unos buenos minutos en el arranque el equipo de Natxo se olvidaba del fútbol. Mientras, Aitor Ruibal y, sobre todo, Fede Varela, hacían jugadas de mucho mérito en el ataque madrileño. A la media hora, a saque de falta, el cuadro visitante mandaba un balón al área que Héctor remataba alto.
El Depor seguía sin llegar con claridad, cosa que no hacía el equipo de Iriondo, creando peligro efectivo, pero también sensación de que podrían marcar en cualquier momento.

Riazor, con dudas
De hecho, en el 38, Héctor Hernández cabeceaba sin oposición de defensa alguno, eso sí, encontrado a Dani Giménez bien colocado. Segundos después el meta herculino hacía una buena parada a disparo del mismo protagonista, enviando la pelota a córner. A la salida de esa jugada, otra vez, Fede Varela enviaba al lateral de la red. Riazor pedía la hora para llegar de una vez al descanso porque el Rayo había dominado durante casi toda la primera parte del partido. Un disparo alto de Carlos Fernández cerraba el escaso repertorio deportivista sin haber hecho intervenir al portero majariego. Pobre balance en una primera parte para olvidar.


Los dos entrenadores hicieron cambios en el descanso. Natxo dio entrada a Vitor Silva por un desdibujado y amonestado Vicente. El choque se reanudó entre faltas y cartulinas amarillas y un Deportivo absolutamente inoperante.

A los 52 minutos de partido llegaba el premio al fútbol del equipo visitante y el castigo a la mediocridad y racanería del Depor en forma de una contra que acababa con el 0-1 transformado por Ruibal. El Rayo Majadahonda sacaba los colores a Riazor.


Con más corazón que cabeza se lanzó el Deportivo al ataque. Quiso jugar más que el rival y poner el fútbol que no había puesto en todo el partido. Pero ni con esas conseguía el equipo coruñés congraciarse con los buenos pases, las jugadas claras, los remates peligrosos. El Rayo Majadahonda se defendía bien y esperaba una contra mientras que el cuadro herculino ponía en su bagaje solo una falta botada en el 62 que remataba Didier Moreno, el mejor del partido ayer, lo que deja claro qué tipo de encuentro presenciamos.

En el minuto 70 se consumaba la debacle con un golazo de Aitor Ruibal desde al frontal. El Depor no había disparado entre los tres palos y el Rayo Majadahonda se ponía con un justo 0-2 en el marcador que hacía que Riazor mirase directamente a palco y banquillo.


Mientras el equipo coruñés no sabía qué hacer en casi ningún momento, el Rayo lo tenía muy claro. Desarbolaba una y otra vez a los blanquiazules, quienes, además, comenzaban a hacer la guerra por su cuenta, como llevan haciendo prácticamente desde que comenzó 2019. Poca historia tuvo el partido hasta el final.

Ahora toca tomar decisiones antes de visitar El Sadar, donde Osasuna puede sacar al Depor incluso de la promoción de ascenso. Una debacle en toda regla.

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