El Huesca está poniendo obstáculos a la salida de Pablo Insua en el mercado de invierno y hasta que le encuentre un sustituto de garantías el central de Arzúa no engrosará la plantilla blanquiazul.
Tanto el entrenador de los de El Alcoraz, Míchel Sánchez, como el director deportivo Rubén García inciden en que los aragoneses cuentan con Insua de cara a la segunda parte del campeonato de la regularidad, por lo que le cerrarán la puerta a su salida.
“Nosotros hemos hecho una gran apuesta por Pablo, puedo entender que otros equipos tengan interés en Pablo que por diferentes razones no ha podido entrar todo lo que le hubiera gustado y nos hubiera gustado, partiendo de la base de esa recuperación de la lesión, no es fácil después de una lesión entrar en ritmo”, dijo García.
“A día de hoy hay cero posibilidades de que Pablo se marche del Huesca. Contamos con él, es uno de los hombres importantes, en cuanto coja minutos y vaya evolucionando, es un central excelente de la categoría, no es uno más”, proseguía en su alocución.
“Hemos apostado por él y obviamente queremos disfrutarlo, no es una situación que vea cerca”, apostilló.
Deseo del futbolista
El RC Deportivo no pierde la esperanza de poder incorporar a un jugador criado en la cantera de Abegondo y que resultó fundamental para el último ascenso, de la mano también de Fernando Vázquez.
No en vano, el deseo personal del zaguero es retornar a un club que le permitiría volver a crecer cerca de casa, con un entrenador que tiene plena confianza en sus servicios y que así se lo ha transmitido.
Además, el secretario técnico deportivista Richard Barral mantiene unas excelentes relaciones con el Schalke 04 alemán, club propietario de los derechos del jugador, con el que el Deportivo ya posee un acuerdo de cesión.
Los herculinos pretenden amarrar a dos centrales en el mercado de enero para suplir a dos hombres que en la primera vuelta no han estado al nivel de lo esperado: Vassilis Lampropoulos y Francisco Montero.
El gusto del nuevo entrenador por un sistema con cinco defensas —lógicamente con tres centrales— ha reforzado el anhelo de firmar a jugadores con experiencia y calidad para esta demarcación.
Y es que los blanquiazules encajaron en los primeros 21 encuentros de la Liga la friolera de 35 dianas a pesar del buen hacer de su portero Dani Giménez; la esperada resurrección hasta el mes de junio pasa necesariamente por hacerse fuertes atrás, con hombres más curtidos.
