A sus 22 años, Edu Expósito se ha confirmado como el ‘mentalista’ del Deportivo, el apodo que le puso su amigo y paisano Héctor Ruiz, narrador de Gol, y que identifica en el césped y en la vida al centrocampista blanquiazul.
Capaz de anticiparse y encontrar soluciones fáciles, en el encuentro del sábado ante el Tenerife fue lo más, o único, positivo de un Deportivo impreciso que no pudo pasar del empate sin goles, y que desperdició la ocasión de dormir líder de Segunda División y asegurarse una plaza de ascenso directo en la vigésimo cuarta jornada.
En el centro del campo blanquiazul, Edu fue la (poca) luz que tuvo el Deportivo.
Sus controles orientados solo pudieron ser contrarrestados por los isleños con faltas como las que les costaron la tarjeta amarilla a Luis Milla y a Borja Lasso.
El joven centrocampista se ha consolidado esta temporada en el primer equipo tras haber debutado en Primera División fugazmente con Pepe Mel en la temporada 2016/17 (solo jugó el primer tiempo del partido con el Espanyol en Riazor), y haber tenido partidos el curso pasado con el técnico que le atrajo al filial blanquiazul tras entrenarle en el CF Damm catalán, Cristóbal Parralo, actual preparador del Alcorcón.
En su última renovación, que se firmó en la campaña 2017-18, el Deportivo se comprometió a darle una ficha profesional en el curso actual y el descenso a Segunda División evitó que fuera en la élite.
Expósito está sacando a relucir esta campaña su lucidez en el césped, donde vence la timidez que le acompaña fuera del terreno de juego.
Creció al cuidado de su abuela, porque sus padres se separaron y su madre tenía que trabajar para poder mantener a él y a sus hermanos. Con ella incluso daba toques al balón antes de ir a jugar los partidos con su equipo y, posteriormente, le cuidó hasta que falleció.
Es su ángel. A ella le dedicó su primer (y único) gol en el fútbol profesional, el que le endosó al Numancia (2-2) el pasado 8 de diciembre y se emociona cada vez que la recuerda.
Reflexión
“Es una lástima no conseguir la victoria, pero seguiremos trabajando”
Ahora, recoge los frutos de su actitud, trabajo y aptitud sin perder de vista el colectivo y la humildad. “No es momento de hablar de mí. Cómo haya jugado no importa ahora”, dijo a los periodistas tras el partido ante el Tenerife.
Expósito, con el 21 de Juan Carlos Valerón a la espalda en la camiseta blanquiazul, lleva “ya tiempo sintiéndose cómodo” en el Deportivo y se nota en el césped. Ayer, después de un tiempo de reflexión, lamentó el empate ante el Tenerife porque, a su juicio, el equipo “merecía” ganar y prometió la receta del trabajo para volver a vencer: “Es una lástima no conseguir la victoria, pero seguiremos trabajando duro para conseguirlas”.
