El Oviedo anunció en la madrugada del lunes que Consejo y trabajadores no ocuparán sus puestos en el Tartiere el domingo hasta el minuto 12, decisión tomada en protesta por la “situación prolongada en el tiempo” que sufren club y afición, ‘discriminación’ que fue manifiesta el pasado domingo en el derbi disputado en El Molinón.
En referencia a los hechos acontecidos en el derbi, el club denuncia que sus 1.200 aficionados desplazados sólo disponían de dos cuartos de baño para un lapso de tiempo en el estadio de cinco horas, lo cual dista mucho de cumplir “unas mínimas condiciones sanitarias”, además de haber gran parte de la afición azul sin acceso a “bebidas, comidas o cualquier otro tipo de sustento”.
La entidad anunció en el mismo comunicado que “las relaciones institucionales con el Real Sporting de Gijón, que hasta este momento han sido correctas, se interrumpirán de ahora en adelante hasta certificar que nuestros aficionados, como parte de la institución que son, reciban un trato respetuoso, justo y acorde con el que merecen, y con el que sus seguidores recibieron en el Carlos Tartiere”.
El Real Oviedo enviará un informe elaborado a La Liga detallando el malestar del club y “lamenta” también el trato dispensado por parte de la seguridad privada del Sporting a los acompañantes de la directiva, entre ellos mujeres y niños, cuyo acceso se solventó sin incidentes “gracias a la intervención de los cuerpos de seguridad del Estado”.
El club carbayón indica que “siempre ha cumplido las exigencias marcadas por LaLiga en el acceso y control de los aficionados visitantes”, lo que incluye la entrada en el Tartiere de elementos de animación y pancartas que cumplen con la normativa vigente. “Los cacheos del domingo realizados por la seguridad privada del Sporting y no por los cuerpos de seguridad del Estado fueron excesivos, obligando a mujeres a quedarse en ropa interior,
mientras que en otras partes de El Molinón se permitía, sin sanción alguna, la exhibición de lemas” contra el club y la ciudad ovetense.
