La afición deportivista trasciende fronteras. Incluso en una ciudad como Bilbao, donde el Athletic Club es toda una religión, late un corazón blanquiazul como el de Zigor Vallejo, aficionado vasco de 37 años que narra su ‘supervivencia’ entre familiares y amigos acérrimos de los ‘leones de San Mamés’.
¿Cómo comenzó tu pasión por el Depor?
Ya ni me acuerdo... Cuando era niño y coincidí con la época gloriosa del Deportivo. Desde ese momento nos hicimos sufridores y ya no hubo marcha atrás (risas).
Esposa, familia y amigos del Athletic... ¿Cómo se lleva?
Me toca sufrir algún vacile que otro, pero en su día era yo el que disfrutaba haciéndolo.
De pequeño me regalaron la equipación del Athletic; no me la puse nunca
¿Han intentado convencerte muchas veces para que te cambiases de bando?
De eso ha habido bastante, incluso por parte de mi padre, que no es para nada futbolero. De pequeño me regalaron una equipación del Athletic que no me puse nunca.
¿Vives solo tu sentimiento deportivista?
Pues no, pertenezco a la peña ‘Anduriña’ de Llodio y nos reunimos en el Centro Gallego para ver los partidos de nuestro equipo; normalmente somos siete u ocho pero en el playoff de ascenso no se podía ni entrar en el local. Lleno absoluto para sufrir juntos.
¿Recuerdas tu primer encuentro vivido en el estadio de Riazor?
Sí, corría la temporada 99-00 y era el debut de Makaay con el Depor ante el Alavés. Me hizo una gran ilusión y además ganamos 4-2, fue inolvidable. Ese verano trabajé de pizzero para ahorrar y con mi primer sueldo me compré el chándal del Depor y las entradas para ver el partido contra el Alavés.
Trabajé un verano de pizzero; con mi primer sueldo me compré el chándal del club
¿Qué jugadores históricos del Deportivo marcaron tu infancia?
Pues de Bebeto me acuerdo bastante poco porque era muy crío pero después me encantaron Mauro Silva, por supuesto, Makaay, Djalminha, Valerón... han pasado tantos y tan buenos que es complicado destacar a unos pocos...
¿Cómo calificarías a la afición del Deportivo?
Pues en cuestión de fidelidad es muy parecida a la del Athletic; en los malos tiempos se nota que sigue estando con su equipo. Cuando viene una buena ola es muy fácil dejarse llevar pero cuando te arrastra la ola mala de vuelta es complicado mantenerte en pie. Creo que Riazor es mucho más caliente que el nuevo San Mamés. La afición del Depor es un ejemplo, está presente en todos los campos de la Liga.
