Depor y Lugo se conforman
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Depor y Lugo se conforman

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Deportivo y Lugo hicieron buenos los argumentos que dicen, a priori, que los encuentros de rivalidad –sobre todo en determinadas situaciones– suelen ser soporíferos, con un ‘canguelo’ bárbaro a perder y, si encima los de la ‘tele’ te lo cascan a las cuatro de la tarde, digno de una siesta de dos horas. Y es que a eso invitaron ayer coruñeses y lucenses en un reparto de puntos que puede dejar un poco más satisfechos a los rojiblancos, que no saben lo que es perder contra los blanquiazules. 

El profesor Vázquez sacó su libro, el que ha empleado desde el inicio de esta nueva etapa en el Depor, y solo realizó un cambio obligado, dando entrada a Vícente Gómez en lugar del sancionado Gaku. El resto del equipo fue el que saltó a La Romareda en la jornada anterior.

El Lugo de Curro Torres no se amilanó de salida, ya que el entrenador puso en liza a tres delanteros buscando equilibrar la fuerza del sistema defensivo del de Castrofeito. Con estos argumentos comenzó el envite e un precioso Riazor, que vestía sus mejores galas para recibir a los vecinos y amigos de Lugo.

La escuadra ‘amurallada’ mantuvo la pelota en los primeros minutos, dejando los de la ‘torre’ la posesión del esférico a los rojiblancos. No había excesiva prisa.

Aketxe ensayó de disparo lejano a los 12 minutos y el arquero visitante no pudo más que despejar por el efecto envenenado de la pelota. Peru no consiguió rematar y cayó en fuera de juego finalizando de esa manera una jugada de peligro. A la siguiente acción fue Bergantiños el que culminó una acción de pizarra que el herculino finalizó enviando el balón demasiado elevado. 

Aketxe volvía a tener una oportunidad en un disparo, superado el cuarto de hora, que le caía para su pierna ‘menos buena’ –la derecha– y mandaba el esférico a las manos de Cantero.

Nada de prisa
Poco a poco el equipo blanquiazul se iba acercando a los dominios lucenses, a veces con contraataques que finalizaban en un disparo, otras cortados por falta de los visitantes. Pero las dos escuadras contemporizaban bastante, con precauciones, sin dejar nada al azar en materia defensiva.

Los siguientes minutos, hasta pasar la media hora, fueron bastante planos por parte de ambos equipos. El miedo a perder era más importante que el ansia por ganar. No obstante ambos contendientes tenían claros sus argumentos y dónde podrían hacerse daño.

Rompió el tedio Aketxe, con un fenomenal disparo desde el balcón del área que se fue fuera por muy poco. Si bien el Depor no llegaba demasiado, sí lo hacía más que el equipo lucense.

Como en una especie de continuación, después de más minutos de aburrimiento generalizado, el vasco volvió a probar fortuna desde lejos, en otra falta, que el meta lucense detuvo en dos tiempos.

La primera parte concluyó como empezó. Con empate sin goles en el marcador, con poco fútbol en general y sin errores en la zaga por parte de los dos onces. El choque respondía a lo esperado y todo se fiaba a la segunda mitad. Era la esperanza para romper la igualada de manera favorable y, de paso, mitigar algún que otro bostezo en Riazor.

Idéntico guión
Pero en la segunda parte las dos escuadras mantuvieron en mismo guión. El Depor cedió un córner a los 5 minutos y pasó después a dominar un poco más a su rival. El campo, además, se había transformado en más rápido gracias a la lluvia, que hacía acto de presencia para refrescar el estadio blanquiazul.

El primer disparo entre los tres palos de los visitantes llegaba a los 62 minutos de partido. Ante este argumento se entiende el tedio. Superada la hora de encuentro el Deportivo había tirado a puerta tres veces por una de Lugo.

El partido estaba de ‘cero-cero’ absoluto y Vázquez comenzaba a mirar al banquillo para buscar una solución anotadora que rompiese la igualdad y la meta lucense, más muralla que nunca. De hecho, a falta de 20 minutos, Curro Torres comenzaba a ‘cerrar’ el partido retirando a Herrera y ubicando en el campo a Iriome para frenar más, si era posible, a los deportivistas.

Fernando tardó más en hacer los cambios, mucho más. A los 82 minutos daba entrada a Beauvue por Vicente Gómez.  El Lugo se había soltado en ataque, se había acercado a la meta de Dani Giménez y llegaba al tramo definitivo del encuentro acosando a los herculinos.

El desgaste físico se fue haciendo patente en los deportivistas y el Lugo utilizó sus armas para congelar el encuentro de la manera más acertada mientras las pocas ideas que en el partido habían aparecido se esfumaban. 

El empate, justo por lo demostrado por ambas escuadras, caía como una losa, cortando la racha del Depor ya de manera clara, pues suma su tercer choque sin conseguir la victoria tras siete seguidos venciendo, es decir, una supuesta ‘normalidad’ de resultados.

No obstante, ayer se echó de menos un poco más de presencia ofensiva, de ganas de llevarse el partido, aunque estos encuentros de rivalidad tiene estos signos que los definen: respeto, a veces miedo a perder, igualdad y, casi siempre empate cuando los dos equipos se empeñan más en destruir que en construir. Ahora, a Almería. A jugar a la contra y a intentar ganar a otro ‘gallito’.

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