La plantilla blanquiazul regresó ayer a los entrenamientos y lo hizo con una sesión de poco más de hora y media, en la que cuatro futbolistas trabajaron a menor ritmo: Álex Bergantiños, Fede Cartabia, Edu Expósito y Carlos Fernández.
Todos ellos se ausentaron cuando tocó el partido en espacio reducido, tal y como tenían previsto los servicios médicos del club herculino.
Prevención
En el caso del mediocentro coruñés, la semana pasada arrastraba molestias en los isquiotibiales de su pierna izquierda y, pese a llegar a tiempo para jugar ante el Lugo, los galenos no quieren correr ningún tipo de riesgo.
Mientras, Expósito es de los futbolistas más empleados, primero por Natxo González y ahora por el técnico José Luis Martí, y el cuerpo técnico quiere dosificar sus esfuerzos. Lo mismo que con Carlos Fernández, que pasó más de un mes lesionado.
Sequía de tantos
Regresó a finales de marzo, participando en las tablas ante el Oviedo y desde su vuelta los blanquiazules han sumado ocho puntos de 18 posibles. Aunque no ha sido capaz de marcar desde su vuelta (lleva siete dianas), su presencia en el campo supone una referencia más en ataque y da más libertad de movimientos a Quique, su compañero en la parcela ofensiva.
Una única baja
El Deportivo regresó al trabajo únicamente con un jugador en la enfermería, Michael Krohn Dehli. El centrocampista danés, que lleva lesionado desde el pasado mes de febrero, jugó su último partido el 2 de febrero ante el Tenerife (0-0).
El mediocentro, aquejado de un problema en el Talón de Aquiles, sigue trabajando al margen. Desde hace semanas con el grupo y desde la pasada semana ya con el alta está David Simón, que superó sus problemas en el pubis, pero no entró en la lista de convocados ante el Lugo.
