Hay comentaristas televisivos (y de radio) que cuando pasan del Madrid, Barça o Atlético a analizar a los equipos terrenales, como el Deportivo, se pierden. No es el caso de Alberto Edjogo-Owono, que como futbolista llegó a la selección de Guinea Ecuatorial (compartió vestuario con Bodipo) y que ahora comenta LaLiga en beIN. Controla al conjunto coruñés y su opinión sirve para saber cómo se ha visto a los blanquiazules lejos de A Coruña.
¿Cómo analiza la temporada del Deportivo?
El análisis general es que el Deportivo, de haber estado en otra temporada, habría descendido porque los puntos no te dan para sobrevivir. Este año sí le han llegado, pero en una temporada normal, no. La lectura debe ser de autocrítica, de que algo no se debe de haber hecho bien.
¿Cuáles han sido las claves?
Cuando empezó la temporada me gustaba mucho, tenía fiabilidad atrás con Sidnei y Albentosa, un lateral derecho muy largo (Juanfran), calidad en el medio con Fayçal, al que he seguido mucho, y Çolak, el que más ha iluminado este año, y había jugadores que te hacían creer que el equipo podía ir a más. La falta de gol a principio de temporada era un lastre muy grande. Joselu se lesionó nada más llegar y ha habido muchos problemas en ataque. Eso se juntó con perder partidos al final como ante el Sevilla, el encuentro ante el Granada en el que le anulan un gol legal y le empatan... Son cosas que van mermando a los jugadores. Antes de Navidad Babel estaba brillando muchísimo, Andone, que había tardado mucho en marcar, empezó una racha y el equipo mejoró mucho, pero después Babel se fue, Fayçal estuvo en la Copa de África, Andone perdió la pólvora y el equipo empezó a ver que el trabajo no daba goles ni puntos. Cuando un jugador ve que hace las cosas que le dice el entrenador y no hay resultados, empieza a dejar de creer y el 4-0 de Leganés fue el detonante para buscar un cambio.
Ese cambio llegó con Mel, pero fue efímero.
Mel es especialista en meter adrenalina a los equipos. Cuando llega un entrenador nuevo lo más importante es el aspecto psicológico, por encima de lo táctico, técnico y físico. Se trata de hacerles ver a los jugadores que pueden hacer las cosas bien. Empezó con ocho puntos de doce, un empate ante el Atlético y una victoria ante el Barcelona. Esa es una inyección de moral muy alta para los jugadores. Pero hubo un momento en la temporada en el que se equivocó. El partido ante el Celta en casa. Hubo algo que me extrañó muchísimo, meter a Borges muy arriba, olvidarse de todo lo que estaba haciendo y empezar a jugar muy en largo, muy directo. Se olvidó del centro del campo y cayó con un gol de Aspas. Eso fue un punto de inflexión muy importante. El equipo volvió a dejar de creer un poco en lo que estaba haciendo y a meterse en una dinámica negativa. Falla un penalti en casa con el Granada, fuera de casa le costó y en los últimos partidos, poco más que la victoria ante el Málaga, siempre con más corazón que cabeza. Cuando das en la tecla, intentar cambiar eso al jugador le nubla la vista. Seguramente Mel lo hizo con la mejor intención del mundo, intentando saltarse el centro del campo del Celta, pero el mensaje a sus jugadores fue que lo que habían hecho hasta entonces no servía.
Cuando un jugador hace lo que pide el técnico y no hay resultados, deja de creer
¿Fuera de A Coruña se incluía al Depor en la quiniela del descenso?
Sí. Sobre todo porque Sporting, Osasuna y Leganés están acostumbrados a sufrir y los jugadores del Deportivo seguramente no. El partido ante el Leganés fue un ejemplo. Cuando uno tiene un punto de competitividad menor que el rival puede sufrir. También pensaba que el Betis podía meterse en un lío e incluso Las Palmas si durara un poco más la temporada. Son equipos que no son sufridores.
¿Ha cumplido el Depor las expectativas esta temporada?
No, ha estado por debajo. Cuando acabó 2016 yo pensaba que iba a despegar porque es un equipo para estar entre el 8 y el 12. El equipo no ha estado a la altura. Se lleva salvando tres temporadas en la última o penúltima jornada, al filo del abismo. Es como el cuento del lobo, al final va a llegar.
¿Qué opina de la continuidad de Pepe Mel?
Se puede mirar desde dos prismas. Si se le fichó para salvarse, sí, lo ha conseguido. Pero cuando un entrenador acaba en dinámica negativa, esa inercia le puede lastrar. Siendo justos, un entrenador que llega a mitad de temporada lo hace asumiendo algo heredado, así que si le van a dar herramientas, a dejar confeccionar la plantilla, es acertado que siga; si va a estar supeditado a tener elementos que no quiere, su continuidad no es un acierto.
Ante el Celta, Mel se equivocó; el mensaje fue que lo que habían hecho no servía
Una de las prioridades es fichar a Lucas, ¿cómo lo ve?
Sería un fichajazo, no solo por la calidad que tiene, sino porque además viene con la máxima ilusión y con un vinculo con la grada y hace que el resto suba el nivel porque se pone las pilas.
Esa operación va para largo. La que podría anunciarse antes es la de Ximo Navarro. ¿Qué le parece?
Tiene menos experiencia en Primera, pero es fuerte, potente, y seguramente si da el salto definitivo a la élite puede aportar muchas cosas. Tiene capacidad para subir y luego se tomará el nuevo proyecto como un reto. Por ahí también puede ser un buen fichaje.
EXPERTO EN FÚTBOL AFRICANO
"Fayçal tiene mucho talento, pero le falta continuidad"
Alberto Edjogo-Owono (33 años) comenta los partidos de LaLiga en beIN y participa en el programa-resumen de la jornada, El Club. Como futbolista ha defendido en Segunda B a equipos de la zona de Cataluña, Murcia y Valencia. En 2010 decidió volver a Barcelona y compaginar sus estudios de administración y dirección de empresa con fútbol amateur. Ha sido, además, internacional con Guinea Ecuatorial desde los 19 años. Tras infinidad de viajes por el continente africano, abrió un blog sobre el fútbol de allí. El canal Gol le pidió que colaborase con programas sobre fútbol africano, después comentó para Radio Marca partidos de Segunda y en el Mundial de 2014 le llamaron de Gol para ser analista de las cinco selecciones africanas. A partir de ahí, se le abrieron las puertas de beIN. Por su experiencia, controla a Fayçal: "Aunque nació en Francia, es el típico jugador de sangre norteafricana que tiene mucho talento pero le falta continuidad. En el fútbol moderno necesitas ser constante. El penalti que falló en Valencia le liquidó".
