La afición estalla ante la indolencia del Depor en el Toralín
lll
17º-23º

La afición estalla ante la indolencia del Depor en el Toralín

La afición estalla ante la indolencia del Depor en el Toralín
PONFERRADINA_DEPORTIVO047_20480681

Usuario

Los 500 valientes blanquiazules que se desplazaron a Ponferrada volvieron a vivir en directo una nueva derrota del Deportivo, que encadena ya 19 jornadas sin ganar y sigue sin dar muestras de vida.

La bulliciosa hinchada herculina no dejó de animar desde el minuto uno y el inicio de los deportivistas invitaba a la esperanza. Un espejismo. Los coruñeses ya iban por detrás en el marcador en el minuto siete. Una vez más y ya van tantas. Caras de desesperación en la grada cuando aún nos se había cumplido el diez de partido. 

Y una pancarta y una bufanda, en la zona de la afición visitante, muy representativas de la realidad en la que vive inmerso el Deportivo en esta campaña. La bufanda rezaba “que se vaian todos” y la pancarta mostraba el lema “jugad a algo, por favor”.

Ni una cosa ni la otra. A la espera de la salida del Consejo de Administración, prevista para el 14 de enero del año, tampoco hubo rastro de fútbol en El Toralín.

Al menos no por parte de los visitantes. Solo lo puso la Ponferradina, que antes del descanso hacía el 2-0. Desesperación en la grada, con aficionados coruñeses llorando ante el dantesco espectáculo que estaban dando los suyos sobre el verde. El pitido que indicaba el descanso era un alivio, tras una primera parte infame.

De nuevo el VAR
Llegaba el segundo acto, los cambios en el once y una reanudación que recordaba a la protagonizada ante el Real Zaragoza, con oportunidades de marcar para Mollejo, uno de los trueques de Luis César.

Precisamente era el jugador cedido por el Atlético de Madrid el protagonista de la jugada del gol que sería invalidado por fuera de juego. Solo unos segundos le duraba la alegría a la hinchada, a la que no le sobran motivos para sonreír este año. El VAR ratificaba la posición adelantada del hombro del futbolista del Atlético.

A partir de ahí los coruñeses no conseguían hacer sangre en El Toralín, y la falta de puntería de los jugadores bercianos, unida a la pericia en varias acciones de Dani Giménez, impedía que saliesen goleados.

Los aficionados de la Ponferrada, conscientes del momento complicado que viven los blanquiazules, animaban y aplaudían en el tramo final del partido al Deportivo, gesto que era agradecido por la hinchada herculina con aplausos. Nada de palmas y mucha música de viento en el tramo final de la contienda, con los jugadores coruñeses rendidos ya ante una nueva derrota.

Ni las arengas ni el continuo apoyo de una “hinchada que nunca se rinde” levantan la moral de un equipo al que ni está ni se le espera.

Con el pitido final silbidos y cánticos contra jugadores y directiva y reprimenda para algunos de los que se acercaron, como Mollejo, a los que se les pedía que se fuera “para casa”.

Regreso triste el de casi medio millar de aficionados de una ciudad que no se merece la indolencia mostrada ayer por el Deportivo.

La afición estalla ante la indolencia del Depor en el Toralín

Te puede interesar