Aunque sigue siendo el equipo menos goleado de la categoría con solo 16 tantos en contra en 23 encuentros —descontando el no disputado ante el Extremadura—, el RC Deportivo de La Coruña se ha ‘acostumbrado’ a recibir dianas.
No en vano, la última ocasión en la que el meta blanquiazul Ian Mackay y su defensa dejaron el marco a cero fue hace casi un mes, concretamente el 26 de enero en la visita al estadio Ruta de la Plata de Zamora (0-1).
Desde entonces, los deportivistas han concatenado una serie de cuatro partidos viendo perforado su marco; la mala racha dio inicio con el sorprendente e inesperado 1-2 frente al Real Unión de Irún, con dos zarpazos de Alain Oyarzun.
Una semana después el cuadro coruñés caía contra todo pronóstico en Las Gaunas ante el SD Logroñés (1-0) con una diana inexplicable, a balón parado, conseguida a placer por Soberón, de cabeza completamente solo en el área pequeña.
Los herculinos intentaban pasar página recibiendo a un Racing de Santander que también se apoderó del botín de los tres puntos en juego merced a una jugada hilvanada coronada por un disparo de Iñigo desde dentro del área.
El pasado fin de semana, aunque el Deportivo hizo añicos su racha negativa de resultados, volvió a recibir una diana en los minutos finales frente al Calahorra (2-1), en un despiste generalizado de la defensa coruñesa, que llevó el suspense al electrónico de Riazor en las postrimerías de un nuevo duelo con triunfo herculino.
En total ya son cuatro jornadas consecutivas las que el conjunto dirigido por Borja Jiménez ha sido batido este curso, el peor registro de una campaña 21-22 en la que el Depor resultó infranqueable entre las jornadas primera y cuarta, así como también entre la octava y la undécima; el domingo ante el San Sebastián de los Reyes el RC Deportivo debe blindarse en un escenario complicado como el Nuevo Matapiñonera —de césped artificial—, donde el ‘Sanse’ ha anotado 15 dianas en 12 compromisos en la presente andadura liguera.
Pese a la fragilidad exhibida en el último mes de competición, el Depor sigue presumiendo de unos números más que notables en cuanto al balance ofensivo-defensivo se refiere.
En efecto, la escuadra de Riazor ha conseguido dejar su marco a cero en doce de sus 23 apariciones ligueras, es decir, en más de la mitad de sus compromisos.
Con un meta que marca la diferencia como Mackay y una defensa más que solvente, la zaga herculina debe recuperar su consistencia.