El Depor regresó al trabajo con un entrenamiento de más de una hora y media en el que Imanol Idialez, a diferencia de en la sesión de recuperación del lunes, se mostró mucho más activo. Al igual que la semana pasada, hubo una tarea en la que los jugadores tenían que ejecutar un total de 20 pases, a un toque, antes de poder marcar en alguna de las cuatro porterías pequeñas.
“Nos fijamos en los detalles, la gente de dentro informando nada más robar”, comentaba. Había dos equipos y cuatro jugadores con peto, entre ellos Mella, que estaban de comodín.
Si el equipo que no tenía el balón lo robaba podía hacer gol antes de tres pases, pero la condición era que las entregas fuesen siempre a un toque.
“Los que estáis enfrente pensad”, pedía Idiakez durante un momento del ejercicio, que pedía a sus pupilos que fuesen “hacia adelante”.
“Cambiadles el ritmo”, exigía a sus jugadores a la hora de tratar de darle más dinamismo al juego y evitar además la pérdida del esférico.
Además, ante futbolistas a la misma altura pedía insistentemente “apretar”.
La tarea pasó a contar posteriormente con porterías pequeñas y grandes y ya con Mackay y Germán bajo palos, que hasta ese momento participaban como un jugador más. Para terminar el trabajo matinal, se disponían dos equipos de ocho integrantes cada uno, para fútbol en espacio reducido, una tarea habitual antes de dar por concluida la sesión.
“Hay que ir a los duelos”, pedía con insistencia Idiakez, que apelaba a “seguir apretando”, consciente de que al Depor la ha podido faltar mordiente en algunos partidos.
Una tarea en la que yo no participaban ni Mella ni Paris Adot y que contaba, como gran parte de la sesión, con la presencia del secretario técnico del Deportivo, Fernando Soriano, como observador del desarrollo de la misma.