El derbi se inclinó a favor del San Tirso y supuso la primera victoria de Dani Rodríguez en las seis (ahora cinco) finales que le restan de cara a conseguir la permanencia. Una situación un tanto peculiar que el propio técnico se encarga de analizar detalladamente.
¿Cómo fue todo el proceso desde que te llamó el San Tirso hasta que aceptaste la propuesta?
Desde que me fui del San Tirso mi relación con ellos ha seguido siendo muy buena y estrecha. Pasé tres años increíbles, nunca dejó de haber buen rollo y contacto. Además mi mujer es de San Tirso y siempre que iba a casa de los suegros, aprovechaba para subir, ver algún partido y hablar con ellos. Y el pasado domingo por la mañana yo había cogido un vuelo para Madrid para el fin de semana para ver a mi cuñado. Y ese domingo por la noche me llamaron. Estaba en casa con el móvil en silencio, vi varias llamadas perdidas de gente del San Tirso y me imaginé que algo raro había pasado. Me comentaron la decisión de Héctor, que era irrevocable, y que estaban en una situación delicada. El shock fue grande porque sinceramente yo estaba muy bien sin entrenar. No tenía ese gusanillo de ‘a ver si me llama alguien’. Pero viendo la situación del San Tirso con tan poco margen de maniobra me lo planteé. El domingo no pegué ojo porque no quería hacerles perder el tiempo y además tener que debutar contra el Betanzos no ayudaba un carajo porque siguen muchos jugadores en la plantilla con los que tengo relación y mi relación con la directiva también sigue siendo buena. Pero al final decidí aceptar porque quedan pocos partidos y de alguna manera para mostrar el agradecimiento al buen trato que me dieron como entrenador y como persona. A mi familia política también le hacia ilusión y una vez pensado vi que tenía que aceptar porque es de bien nacido ser agradecido. Y por último también acepté porque son seis partidos que son como seis finales. Para un entrenador es muy bonito y muy atractivo vivirlas. Y no me olvido de que yo sufrí un descenso con el San Tirso por arrastres y esa espina sigue clavada. Fuimos el último arrastre y al final descendimos por un punto.
¿Notaste muchos cambios respecto a tu etapa anterior en O Monte?
Sí. El club ahora está mucho más estructurado. El presidente tiene a más gente a su alrededor y el club tiene más medios económicos, materiales y estructurales. Además la base es más fuerte. El San Tirso de hoy es distinto al de mi etapa anterior. El club creció mucho y sigue creciendo.
El partido de reestreno no pudo salir mejor. 2-0 en un duelo directo.
Desde el primer día ya noté que el grupo es muy serio en el trabajo. Me sorprendió para bien porque en la situación en la que está, el grupo está muy responsabilizado y es muy serio. Además me recibieron muy bien, con ganas de escucharme y de hacerme partícipe de la situación. Trabajamos tres días preparando el partido detalladamente y al final los jugadores lo trasladaron luego de forma perfecta en el campo.
¿Fue justo el resultado?
Sí. A pesar de que hubo momentos en los que el Betanzos estuvo mejor, en líneas generales estuvimos más cómodos, creamos más peligro y defendimos bien.
Ya me has dicho que te costó mucho volver al San Tirso, en parte, porque el primer partido era contra el Betanzos. ¿Tan fuerte es el sentimiento?
Se lo dijo a la gente del Betanzos y del San Tirso. Para mí son como mamá y papá. Es un ejemplo tonto pero lo explico así. El Betanzos es el equipo donde jugué, donde me dieron la oportunidad de entrenar por primera vez en mayores y donde confiaron en mí en un momento crítico para el club. Y el San Tirso me dio la oportunidad de dar un salto cualitativo como entrenador. Es complicado elegir. El año pasado estaba con el Betanzos e intenté dar lo mejor de mí para ayudarlos y ahora las circunstancias me han llevado al San Tirso pero deseo de todo corazón que al Betanzos le vaya todo bien. Para que veas lo que son para mí los dos clubes, después de llamar al presidente del San Tirso para aceptar la propuesta, llamé al presidente del Betanzos para que se enterara por mí.
¿Hubo algún pique o anécdota con algún jugador del Betanzos? ¿Se puede contar alguno?
Hay varios. Yo tengo una relación superestrecha con Mon, lo considero uno de mis niños bonitos, y cuando empezaron a salir los primeros rumores me llamó y nos empezamos a vacilar un poco. Que si a vosotros no os hace tanta falta ganar, que si te voy a hacer un marcaje que te van a reventar... Esas cosas. Y sobre todo con los jugadores de que subieron de juveniles como Miguel Iglesias, Carneiro o Taín. Cruzamos mensajes pero de forma sana y emocionante. No sé si se aprecia o no pero cuando empecé a hablar con los jugadores del Betanzos (Matrtín, Pipo, Josu, Pablo...) antes del partido notaba que se me entrecortaba la voz. No era fácil porque tampoco quería que se notara como una traición. Yo hace tres semanas cuando el Betanzos jugó contra el Ribadeo les mandé un mensaje a todos los de mi época diciendo que confiaba en ellos y que lo iban a sacar. Y a las tres semanas me ven en un rival directo. Fue todo muy raro pero todo el mundo entendió mis motivos. Y al acabar el partido recibí muchos mensajes de gente del Betanzos felicitándome sanamente y deseándome lo mejor.
¿Hablaste con Héctor Pena?
Casualmente hablé ayer (por el lunes) porque la semana pasada fue muy agitada para mí. El jueves falleció el abuelo de mi novia, que él es otro de los motivos por los que acepté porque fue aficionado máximo del equipo. Y entre eso, entre los entrenamientos y entre el tema de enfrentarme al Betanzos, no pude hablar antes. El caso es que me transmitió sus mejores deseos y su ayuda para lo que necesitara. Chapó por él. Además su trabajo ha sido muy bueno tanto el año pasado consiguiendo el ascenso como este manteniendo fuera del descenso al San Tirso.
¿Entiendes su salida?
La salida la respeto. Yo le decía él que las sensaciones de cada uno, son de cada uno. Puede extrañar porque quizá podía haber aguantado pero es todo muy personal. Ya llevo lo suficiente en el fútbol como para respetar todo.
¿Qué has hecho desde que saliste del Betanzos?
Humildemente ayudar a quien me lo pedía. A equipos que me llamaron preguntando por jugadores, a entrenadores amigos que me llamaron para desahogarse y para intercambiar impresiones... También he seguido al Juvenil del Betanzos, que este año lo entrena Buta, he seguido al San Tirso por el tema de mis suegros y he seguido al Betanzos tanto con Andrés como ahora con Fran.
Así que no tenías ese gusanillo de volver a entrenar.
No me planteaba entrenar aunque tuve opciones. Una de Preferente, una de Primera Regional y otra de Juveniles y a todas dije que no porque estaba cómodo sin entrenar y disfrutando de otras cosas.
