El 26 de noviembre de 2017 el Bergantiños perdió el liderato en solitario, que había ostentado durante dos jornadas, en detrimento del Compostela después de empatar ante el Arosa (1-1). No volvió a sentirse en lo más alto de la tabla hasta que el pasado domingo asaltó el estadio de San Lázaro.
Las razones del buen inicio de campeonato del cuadro de Miguel Figueira son varias. En primer lugar, el Bergantiños ha dado continuidad a un proyecto que nació hace dos temporadas con la llegada del técnico procedente del Atlético Arteixo.
En segundo lugar, el equipo de Carballo ha sabido sufrir en esta primeras jornadas. Pasó apuros en la segunda parte del derbi ante el Paiosaco, durante todo el encuentro ante el Compos y en el final del primer tiempo ante el Arenteiro pero siempre salió airoso.
En tercer lugar, Rubén Rivera se encuentra en estado de gracia. El delantero lleva cinco goles –es el máximo artillero de la categoría junto a Juanito, del Barco– y ha marcado los cinco tantos en las últimas cinco jornadas. Un seguro de vida.
En cuarto lugar, todo el plantel ha sabido dar un paso al frente para ‘ocultar’ la baja de Agulló. El ex del Cerceda estaba llamado a ser una pieza importante pero su lesión de gravedad truncó los planes de Miguel Figueira. Aun así, el Bergan no le ha echado de menos en el verde.
Por último, al equipo de Carballo le ha salido bien la apuesta por reforzar la parcela defensiva en el mercado veraniego. El Bergan perdió más jugadores de ataque pero las incorporaciones han paliado el déficit de defensores que sufrió el equipo durante la pasada campaña.
