El pasado 16 de Mayo, en estas mismas líneas, trasladaba lo siguiente: “Parece lógica, tras el respaldo institucional, la continuidad de Pepe Mel. Pero que lo analicen en profundidad. Que le den una vuelta de tuerca. Si este sufrido final de liga generó importantes dudas de confianza, lo mejor sería pasar página. En este puesto no deben existir puntos negros y mucho menos al principio de un nuevo camino a recorrer”.
Pasado el tiempo, observo como la “historia” se complica. La imagen de desunión es palpable.
Primero, el espectáculo vivido, la pasada semana, entre el entrenador, director técnico y presidente (en diferido), con la promesa sobre Lucas.
Ahora, tras el partido ante el Levante y en rueda de prensa, Mel responde con un: “De los fichajes hablar con Richard Barral”. Todo esto marca el poco “sentidiño” con el que se mueven en los despachos de Riazor.
Es claro que la afición deportivista no merece este tipo de gestión. El Deportivo tiene, en estos momentos, todos los ingredientes necesarios para ser una balsa de aceite. Un Club feliz. Gestionadas bien las finanzas, con una afición sobresaliente… Sólo falta la guinda deportiva. Un equipo que transmita buenas sensaciones, donde se puedan ver identificados sus seguidores. El actual, es la viva imagen de la indolencia, sin ambición. Puede ser que no sea su intención, pero esa es la que trasladan en muchos de sus enfrentamientos.
Este Depor debe cambiar y lo tiene que hacer si quiere ser competitivo. ¿Qué falta?... Que los que lo dirigen sepan marcar el rumbo a seguir y después buscar los “peones” adecuados que lo active. Se puede fallar una vez, hasta dos si acompaña el Espíritu Santo, pero más ya resultaría una entelequia. Entiendo que una secretaría técnica no es la que marca los goles, ni la que defiende la portería, pero su labor es la de crear una filosofía de trabajo y la de fichar, primero al entrenador que lleve adelante ese proyecto y en consecuencia a los jugadores adecuados.
Por aquí pasan técnicos que no dejan ni poso. Creada una base de futbolistas, que con el paso del tiempo, no son capaces de dar el salto adelante necesario. Los Juanfran, Mosquera, Sidnei… no están dando esa garantía. No es cuestión de quemar todas las naves con el tema Lucas. Se debe vivir otra experiencia. Es hora Presidente de que actúe como tal y pida responsabilidades, si realmente es como usted dice de qué no interfiere en el plano deportivo. Si no, comenzaré a intuir que sólo la gestión económica no le basta para alcanzar un nivel “TOP” al frente de este Club.
Finalizo con un apunte sobre la Federación Española de Fútbol. Sigo sus andanzas con especial dedicación. Como no saben por dónde se anda, seguro que al final los listillos de turno, serán los que saquen mejor tajada.
Como siempre un placer
