Al palo largo (4)
lll
17º-23º

Al palo largo (4)


Usuario

Por su parte, el entrenador también tiene una parte de trabajo semanal visible y otra invisible. En primer lugar está la parte visible, relacionada con toda la puesta en práctica y dirección de las sesiones de entrenamiento. En relación a la otra parte, la invisible, nos encontramos con el trabajo relacionado con el diseño y confección de las sesiones y preparación del partido, reflexión, autoevaluación… 

En este caso me centraré en lo relativo a la parte invisible del trabajo del entrenador, en la cual, podemos encontrarnos, groso modo, con dos tipos: los que no tienen en cuenta al equipo rival, sea quien sea; y los que buscan y quieren información del equipo rival. 

Dentro de esta dicotomía, los pertenecientes al primer grupo planifican y diseñan sus sesiones de entrenamiento y se preparan para la competición centrándose, exclusivamente, en su propio equipo. Trabajarán, por tanto, aspectos relacionados con cómo corregir errores o puntos débiles, afianzar ideas, automatizar mecanismos, mejorar virtudes… 

Por el contrario, los del segundo grupo; además de tener en cuenta todos los aspectos de los del primero, también tienen en cuenta y utilizan la información relacionada con el rival. 

En el fútbol profesional, el análisis de rivales y el scouting están presentes, en mayor o menor medida, en todos los equipos. Disponen de multitud de recursos humanos y materiales para ello. Sin embargo, en el fútbol amateur es mucho más complicado conseguir información del rival y, para ello, los entrenadores, encuadrados dentro del segundo tipo, tienen que ‘tirar’ de colaboradores, amigos y/u otros entrenadores. 

Semana tras semana, ‘vuelan’ informes de equipos de un lado para el otro, bien sea vía email, llamadas telefónicas o, incluso, WhatsApp en forma de fotos y/o mensajes de texto. Algunos, los más afortunados, pueden disponer de vídeos del rival. 

Esta parte del trabajo invisible relacionado con la información del rival comienza cuando el entrenador recibe dicha información. A continuación la estudia con detenimiento y termina seleccionando la que considera más sustancial. Esa información seleccionada la utilizará, junto a la relacionada con su propio equipo -igual que los del primer tipo- para confeccionar las sesiones de entrenamiento y el plan de partido semanal. Todo este trabajo es arduo, laborioso y lleva muchas, muchas horas pero nadie lo ‘ve’. Algunos jugadores, los menos, lo intuyen, pero nunca llegarán a saber, en realidad, el trabajo que conlleva…

Estos son, groso modo, los dos tipos de entrenadores que hay en relación a la utilización, o no, de la información que concierne al rival. Cualquiera de las dos opciones es totalmente válida y respetable. Elegir entre pertenecer a un grupo u otro es solo cuestión de gustos y creencias. 

Personalmente, me decanto por la segunda opción y siempre lo justifico haciendo una analogía con un combate de boxeo. ¿A quién no le gustaría saber cuáles son los golpes más poderosos del púgil rival y así saber qué entrenar para defenderse? ¿A quién no le gustaría saber en qué aspectos de su guardia defensiva flojea y cómo poder ‘atacar’ con tus golpes?

Yo prefiero tener toda la información posible y prepararme, teniendo en cuenta al rival y mis virtudes y defectos, para el combate. Esa es mi elección y mi justificación para ella. Es tan respetable y válida como puede ser la de ustedes. Es, simplemente, cuestión de elección, creencia y/o gusto.  

Sin embargo, me aventuro, si me lo permiten, a darles un consejo. Opten por la opción con la que se encuentren más cómodos y con la que crean que van a tener éxito, ya que con ninguna de las dos van a estar exentos de recibir el KO.

Besos y abrazos para todos/as.

Al palo largo (4)

Te puede interesar