Ambos están en la cuerda floja, por mucho que sus respectivos presidentes insistan en que gozan de su confianza, vaya si están jugándose el tipo. Son los Garitano, vizcaíno uno (Gaizka) y guipuzcoano otro (Asier) que, que yo sepa no están ligados por ningún estamento familiar. Son los titulares y responsables de los banquillos del Deportivo y Leganés respectivamente. Las diferencias son mínimas en la tabla y ambos se la juegan el sábado en el recinto de Butarque. Esta al menos es la realidad que se masca en el ambiente tanto coruñés como en el madrileño del Leganés.
Los madrileños son debutantes en Primera en tanto que los deportivistas rondan el medio centenar de campañas en la máxima categoría del fútbol español.
Con estas perspectivas el debutante recibe a un Deportivo al que vencieron en Riazor (1-2) en la primera vuelta merced a uno de los polémicos arbitrajes que han tenido que soportar los blanquiazules coruñeses.
En lo que va de competición, con once encuentros disputados en Butarque, el cuadro local (Leganés) solo ganó uno, a Osasuna, además de cuatro empates (Athletic Bilbao, Atlético de Madrid, Eibar y Villarreal) y seis derrotas (Barcelona, Celta, Real Sociedad, Sevilla, Sporting Gijón y Valencia), siendo el segundo equipo que menos puntos (7) ha ganado en su ambiente por detrás de Osasuna (4).
Claro que, por contra, el Deportivo está incluido en el grupo de los poquísimos equipos que, a estas alturas del campeonato, aun no ha logrado una victoria en sus salidas, en su caso, de Riazor.
Así las cosas, los dos Garitano lo tienen muy complicado y nada fácil de cara a esta primera confrontación en Primera en feudo madrileño. Como el que nos toca más de cerca es el Deportivo y ahí tenemos que centrar nuestras conjeturas, a los blanquiazules de Riazor no les queda otra salida, de esta undécima jornada lejos del fortín riazoreño, que regresar del viaje sumando los tres puntos en litigio. Gaizka, al que ya se conoce como el entrenador que menos gana, y los suyos tienen la palabra.
Me consta que los deportivistas, jugadores y equipo técnico, han trabajado a fondo en la preparación de este encuentro que, por supuesto, demanda una entrega total y absoluta desde el primer pitido del andaluz José Luis Munuera Montero.
Y, creo yo, que nos es mucho pedir al plantel deportivista, porque el Leganés si sale en Butarque como lo hizo en la pasada jornada teniendo enfrente nada menos que al Barça en su propio ambiente, los nuestros tendrán que exponer mucho, pelear sin desmayo y jugar como dicen que juegan en los entrenamientos. Y, por supuesto, sin bajar la guardia de aquí al 21 de mayo, fecha final del campeonato. Lo que no se hizo hasta ahora hay que sacarlo a relucir en las próximas quince jornadas que aún faltan de competición. ¿Está claro muchachos? Pues manos a la obra.
La Coruña y el deportivismo, cuentas económicas aparte, también se merecen esos tres puntos en juego. Basta ya de jugar con los sentimientos de un deportivismo entregado al límite con los colores blanquiazules.
Un nuevo traspié a estas alturas de la competición pondrían mucho en entredicho no sólo la capacidad y categoría del plantel deportivo sino también de la gestión en los despachos pese a la herencia recibida.
La Coruña y el Real Club Deportivo de La Coruña son de Primera División, pero con la actitud de las últimas jornadas estamos jugando demasiado en torno al pozo del descenso. ¡Meigas fóra y Forza Depor!
