Entiendo perfectamente lo complicado que es moverse por el mercado futbolístico con tan pocos dineros. No envidio en absoluto a los responsables de los fichajes de los equipos de fútbol de clase media. La alta: Madrid, Barça, etc. para nada. Esos no tienen problema, son los ricos, los poderosos. Además, cuentan con la ventaja de que a cualquier futbolista se le hace la boca agua si madridistas o barcelonistas le insinúan que lo quieren tener en sus filas.
Pero el Depor, desgraciadamente, no está en el club de los ricos. Casi lo estuvo en el pasado, pero las cosas en el fútbol han cambiado lo suyo. Antes, incluso, colaba el tirarse a la piscina, el ‘ya te pagaré’. Ahora los agentes de los jugadores hasta solicitan garantías bancarias para que su representado asegure que cobra en tiempo y forma. Los tiempos de ‘piratas’ en el mundo del balompié español han cambiado, porque entre otras cosas la LFP y nuestra amada Agencia Tributaria vigilan con lupa los dineros que se manejan en este negocio.
Al Arsenal le tira de un pie las necesidades que tenga el Depor. Ellos a nivel económico no tienen ninguna
Que se lo pregunten a Cristiano Ronaldo, que ayer tuvo que pasar por un juzgado por un presunto fraude fiscal. El pobre hasta se hizo el ofendido de que las cuentas del fisco no coincidieran con las que él o sus representantes legales tenían. Los endiosados son así, pero Hacienda somos todos y de tontos, lo justo.
Así que el Depor, ahora en el camino de la legalidad, parece que no está dispuesto a poner en práctica aquello de darse el capricho de tener un futbolista y Dios dirá cuando llegue la factura. Es lo que pasa con Lucas, que está loco por tocar sobre el terreno de juego la música blanquiazul, pero el Arsenal dice que solo lo hará si el club coruñés paga 15 millones de euros. Y, sinceramente, es demasiado saco de pasta para las maltrechas arcas deportivistas. El club inglés no tiene problemas de caja para mantener al delantero de Monelos, así que se pone durillo. Sé que hay alternativa, pero la verdad es que Lucas era algo más que un fichaje. Era un compromiso.
