Luisinho te podrá gustar más o menos, pero es un tipo de que suele hablar claro y eso suele acarrearle algún problemilla con sus colegas de vestuario. Cuando el portugués afirma que en el equipo defienden muy poquito no descubre la pólvora, porque la empanada que exhibe el Depor en los primeros minutos de cada encuentro es para hacérselo mirar.
Tampoco creo, por la apariencia que se transmite de cara al exterior, que el vestuario sea una piña. Vamos, que muchos van a lo suyo. Cierto que la plantilla está confeccionada de esa manera y que todos los entrenadores que pasaron hasta la fecha intentaron hacer grupo (pandi, unión, etc.) fracasaron, porque como que los blanquiazules no dieron señales (repito, hasta la fecha) de jugar como un equipo solidario.
El Depor funcionará de verdad cuando juegue más como un equipo desde el principio hasta el final de cada partido
Tendremos ocasión de preguntárselo a Cristóbal Parralo o a Javier Manjarín cuando los responsables de la entidad deportivista decidan conceder la entrevista, que aquí para el consejo está claro que primero es el que está a partir de un piñón y luego los demás. Mientras esperamos, hace bien que los futbolistas no rebosen euforia por la victoria ante la Unión Deportiva Las Palmas, porque rivales tan blanditos pocos se va encontrar el Depor en su camino. Suerte.
