Pues nos visita el Barcelona. Esa apisonadora futbolística que, cuando sus estrellas están inspiradas, pasa por encima de cualquiera. Además, llega a Riazor después de la gesta en el partido de vuelta de octavos de final que noquearon a otra gran escuadra, el Paris Saint Germain que se presentaba en el Camp Nou con una ventaja de 4-0. Para temblar.
Sobre el papel, futbolista por futbolista, el Barça tiene todo a su favor. Incluso con la motivación de estar inmerso en la carrera por el título de Liga liderando la clasificación sobre el Real Madrid, aunque los de Zidane tienen un partido menos. No pierde la esperanza de que los merengues pinchen. Esto quiere decir, en teoría, que el Depor es una pieza más a batir para mantener el pulso por el título doméstico. El Depor, que todavía está en la pelea por sobrevivir en la categoría, puede parecer a los ojos de los azulgranas una pieza fácil.
Pero Riazor tiene esa magia de contar con una afición muy especial, que cuando anima, hacen de los blanquiazules un poquito mejores. Eso sí, los de Pepe Mel deberán competir y al mismo tiempo sufrir. Si dan facilidades, el Barça acabará divirtiéndose sobre el césped herculino. Las bajas condicionan el equipo deportivista, pero seguro que el partido de esta tarde servirá para que muchos jugadores puedan reivindicarse y eso ya es un plus de motivación. Pero la de hoy será una tarde para saber si los deportivistas tienen margen de mejoría.
