Bueno, vayamos a lo serio. El cuerpo técnico y la plantilla tienen la palabra, llegó la hora de la verdad. Tinenen que demostrar de una vez por todas que hay más nivel que el exhibido en las últimas jornadas, porque la verdad es que lo tienen. Porque han hecho en algunos encuentros, gracias a los cuales se han logrado puntos vitales ante rivales de mayor entidad como, por ejemplo el Barça, que se dejó media Liga en Riazor.
El Depor, de siempre, se supera ante rivales de mayor calado. Ahí están las estadísticas. Todos sabemos que en los últimos años se caminó por el alambre, prueba de ello los descensos, pero las razones no fueron otras que el nivel económico menguó y eso se nota en la confección de las distintas plantillas, así que el potencial de las mismas ha influido.
El compromiso debería ser una premisa para afrontar las dos últimas jornadas
Rescatar a Pedro Mosquera, si obtiene el visto bueno médico tras probarse este miércoles, es un activo importante. Un compromiso, que ojalá cunda ejemplo al resto del vestuario. Ese hecho hace equipo, que puede que sea uno de los males actuales.
Pepe Mel también tiene la palabra y acertar en sus decisiones a la hora de poner un once de garantías en los dos últimos encuentros, incluso aunque el sábado se pueda resolver el futuro del Depor en Ipurua. Seguir en Primera División por méritos propios tiene más valor. Pues eso.
