Dice Abel Caballero que él es que manda en el estadio de Balaídos por mucho que Mouriño insista en que lo quiere en propiedad. El alcade de Vigo, que intenta seguir la estela de Paco Vázquez y pasar a la historia popular al parecerse a éste, es de los que se pone a su ciudad por encima de todo. No importa que luego tenga que cambiar el discurso, para él lo olívico está por encima de todo. El temporal también hizo de las suyas en el estadio municipal llevándose parte de la cubierta del recinto deportivo derivados del viento y la lluvia que azotan Galicia desde el pasado miércoles. Así que, después de consultar con los responsables de seguridad del ayuntamiento, siguió lo pasos de la decisión tomada un día antes en A Coruña y no habrá partidos por motivos de seguridad.
Pero la lógica no le valió al Real Madrid que ayer movió Roma con Santiago para presionar a la LFP y forzar a que se jugara el duelo en Balaídos cerrando la zona afectada de la instalación. El pulso estaba echado, incluso personal de la Liga se puso en contacto con el ayuntamiento para tratar de que diera marcha atrás para que el duelo se pudiera celebrar, pero no hubo forma.
Pero a la `fiesta' se unió el Alavés que ahora pide la suspensión del partido de vuelta de la semifinal de la Copa del Rey la próxima semana, ya que entiende que si el Celta no juega ante el Real Madrid tiene más tiempo de descanso. Y atención. Ahí la Federación, que anda a la greña con la LFP de Tebas, podría montar el lío.
