Dice Pepe Mel que si el partido de Francis no hubiese sido bueno lo tacharían de loco... A mi me da que el madrileño suele hacer declaraciones de los ‘entrenadores antiguos’ (perdón, de los de antes). A lo mejor solamente son sensaciones, pero es lo que piensa mucha gente.
Pero la verdad es muy simple. El Depor sigue sin gustar un pelo, sin jugar a nada y le falta mordiente. Claro que un empate siempre es valioso ante cualquier adversario, pero ayer el equipo no jugó en el Camp Nou, en el Bernabéu o en el Wanda Metropolitano. Lo hizo en Ipurua ante un adversario directo, de esos que juegan a lo mismo que los blanquiazules, a salvar el cuello. Así que el punto tiene el valor que tiene y deja entrever que si el equipo mantiene esta misma dinámica de jugar a nada estará condenado a sufrir como en las últimas temporadas.
El Depor no es capaz de soltarse sumando dos triunfos consecutivos en años y si no lo logró en Ipurúa, difícil
Haber ganado al Eibar hubiera reforzado la moral del equipo, ya que con ello lograría sumar la segunda victoria consecutiva, que no sabe lo que es eso desde noviembre de 2015. Sería un importante paso porque, si luego el Depor es capaz de doblegar en Riazor al Girona (que perdió en casa), sería el no va más. Pero bueno, ya sabemos que los blanquiazules son muy dados a curar y ayudar a cicatrizar las heridas de los adversarios cuando vienen a tomarse los aires de esta esquina del Atlántico.
En definitiva, que habrá que confiar en los deportivistas y en todo eso que dicen: “Estamos contentos con el punto, hemos dejado la portería a cero, hay que hacer bueno el empate ante el Girona...”
Pues eso, que siga el bla, bla bla... Es lo que mejor hacen. De nota.
