Se acabaron los 'bolos' amistosos de pretemporada. Empieza la cuenta atrás para iniciar el domingo en Riazor una nueva temporada, la 2017/18. La suerte está echada, la ilusión renovada y con la esperanza de competir con un final feliz, la permanencia sin sobresaltos.
La supervivencia en la elite del fútbol español es lo que les queda a los clubes modestos como el deportivista y tratar de pelear en igualdad de condiciones con aquellos equipos parejos, sin contar con los peces gordos (Real Madrid y Barcelona), que como siempre volverán a jugar su Liga particular para luchar por el título.
Claro que en ocasiones el chico se come al grande, tal como ocurrió la pasada campaña en la que el Barça, con su derrota en Riazor, acabó perdiendo la competición liguera a favor de los 'merengues'.
Se acabaron los amistosos y comienza la cuenta atrás para ua nueva temporada en la que el gran objetivo es competir
Pero está claro que la Liga de Fútbol Profesional jamás será pareja mientras haya ricos y pobres, los grandes siempre contarán con más medios económicos para tener lo mejor de lo mejor, mientras que los pequeños viven de la ilusión.
El Depor, con sus limitaciones monetarias, contará a su favor con la magia de Riazor. Ese plus de motivación lo tienen muy pocos equipos, ya que la afición blanquiazul es un valor que no se puede tasar, pero eficaz a la hora de competir. El equipo de Pepe Mel solamente debe saber corresponder a su gente.
