Vivir el partido en diferido tiene cierta gracia. No se vive con la tensión del directo porque conoces el resultado final y ya has escuchado las opiniones de los que saben de fútbol, los técnicos. Pero bueno, mirando otros artículos sobre este particular diré dos cositas: que el Depor no juega absolutamente a nada, que cualquier adversario nos saca los colores, que tenemos unos futbolistas de mentira, que estamos encajando goles con una facilidad pasmosa y, sobre todas las cosas, que los ‘planificadores’ de la plantilla peor no lo pueden hacer.
El Depor es un bálsamo que ayuda a subir la autoestima a cualquier adversario, aunque sea inferior. Si sacamos la calculadora, los blanquiazules llevan casi una media de tres goles por partido. Tal fue la vergüenza el domingo que el máximo responsable de la dirección deportiva, Richard Barral, dijo: “Estoy en el ojo del huracán como máximo responsable de la confección de la plantilla, tengo mi responsabilidad y la asumo”.
No jugamos a nada, tenemos un técnico que no soluciona, unos futbolistas de mentira y quien ficha mira a otro lado
Creo que hizo esas manifestaciones pensando que lo iban a poner de patitas en la calle, pero viendo que la misma frase la pronunció la pasada campaña y le funcionó, seguro que seguirá en su cargo tan ricamente y se cepillarán a Pepe Mel, que sigue demostrando que es incapaz de dominar a unos futbolistas que en la sala de prensa se comen el mundo y en el campo se dejan comer.
Este lunes habrá consejo y estará bien cambiar la campaña de abonados, porque la gente del mar merece más respeto. Los que visten la camiseta del Depor no están a la altura de representar a la gente marinera, que para empezar es valiente...
