En esta irregular temporada el Depor no ha respondido lo que se dice 'de suficiente' después de los parones de Liga. El calendario invita a pensar en que un gran esfuerzo en abril llevará acompañado, sin duda, un gran premio, el de la salvación, el de cumplir el objetivo.
Entendiendo como un borrón el partido del Celta en la impecable hoja de servicios de los últimos cinco encuentros, hay una gran expectación por ver el rendimiento del equipo en los siete partidazos del mes que en unos días arranca. También por atisbar los cambios en cuanto al juego que podría hacer el entrenador, Pepe Mel, gran artífice de que el plantel pueda respirar en una posición menos ahogada en la tabla que cuando llegó a la disciplina blanquiazul.
Se recuperan hombres importantes, ya se ha visto lo que puede dar cada futbolista, el nuevo staff técnico maneja ya datos suficientes para encarar los diez partidos que quedan con el objetivo de sumar los puntos necesarios cuanto antes para cerrar la temporada en condiciones y empezar a mirar al mañana.
Todos deseamos que Mel se quede muchos años en el Depor porque será la constatación no solo de que hay proyecto deportivo, sino de que funciona. También para el nuevo y flamante entrenador es crucial el mes de abril; para todos. Hay que estar atentos, no fallar, autoexigirse y certificar de una puñetera vez el objetivo para empezar a hablar de futuro. Para respirar.
