El ascenso del Fabril es una de las más grandes alegrías de la temporada. Ha sido un curso duro para los chavales, para Cristóbal y Manjarín, para todo el colectivo. Con una tremenda presión desde el principio por 'ser quien son'. Con la obligación casi lógica de quedar campeones en Galicia y de ascender a la primera de cambio, los chicos no defraudaron, como no lo hizo la afición blanquiazul en el estadio de Riazor.
Me alegro por todo y por todos, pero me gustaría citar en estas líneas a dos personas que han sufrido hasta el final, hasta que el final, hasta que el colegiado señaló la conclusión del partido y de la temporada.
Mi enhorabuena para Fernando Vidal y para fino, que sufrieron de lo lindo con su Fabril
Dos hombres en dos puestos completamente diferenciados e importantes. Una es Fernando Vidal. El consejero está soportando críticas de todos los coloresv a pesar de que en el club hay un director deportivo, cuando desde hace meses se mantiene al margen, incluso de los medios y se dedica a 'su' cantera en la que piensa 24 horas al día.
La otra es Fino Fonticoba, encargado de material, a veces hasta psicólogo de los jóvenes talentos de Abegondo, con un buen porrón de años en el club y siempre ligado al Fabril, siempre cerca de los chavales más jóvenes. Seguro que los dos suspiraron de alegría cuando vieron a su Fabril cumplir 'como unos machotes' y ascender a Segunda B. Que lo celebren bien. Se lo merecen.
