¿Es que hay que dar el partido ante el Barcelona por perdido antes de jugarlo? Por mucha dosis de realidad en vena, los sueños, sueños son, y aunque el equipo blaugrana meta miedo, sobre todo después de la remontada europea, hay que jugar noventa minutos en Riazor.
Si ellos llegarán cansados, el Depor no lo estará menos y con muchas bajas, es cierto. La diferencia en calidad de la plantilla es más que evidente. Es el líder de la Liga y finalista de Copa. Una realidad.
Entonces, ¿vamos como corderos hacia el matadero este domingo al estadio? ¿Nos hacemos un hara-kiri directamente? ¿Que no salte el equipo al césped y nos zumben un 0-3 por incomparecencia?
Es evidente que en condiciones normales las enormes distancias económicas también lo son en el verde y que los días de vino y rosas de vencer a los mejores del continente ya han pasado. Pero hay sorpresas, hay tardes en las que sale todo y nada a tu rival, y no se puede uno poner la blanquiazul sin pensar en lo mejor, en lo más grande. Si no se hubiera pensado de esta manera no se habrían logrado las gestas históricas del Depor.
Luego pasará lo que pase, pero de entrada hay que mantener vivo el espíritu de Riazor y disfrutar de unos días de fútbol en los que Barcelona y Celta se plantan en el camino del Depor. Pero no miren más allá de este domingo. Lo del derbi será otra historia. Ahora toca soñar y, eso sí, que no te metan 0-8... Mejor olvidarlo...
