El seleccionador español de fútbol sala, José Venancio López, aseguró que la preparación del equipo "está orientada a ser campeón" en el Europeo de 2018 en Liubliana y repetir el título de Belgrado 2016 que supuso "el triunfo de la unión y de superar las adversidades".
López, en una entrevista con "uefa.com", repasó su decenio al frente del combinado español y habló de la riqueza del fútbol sala como deporte y su tendencia a "ser más físico", además de la próxima fase final de la Copa de Europa en Zaragoza, en la que tener dos equipos convierte a España en la "máxima potencia".
"El objetivo más importante que tenemos esta temporada es el Europeo, y todos deseamos volver a ser campeones de Europa. Siempre es nuestro objetivo. Sabemos que es difícil, ya que solo gana uno. Pero nuestra preparación está orientada a ser campeones", comentó.
Preguntado por los rivales que tendrá su equipo en la fase de grupos, Azerbaiyán y Francia, el técnico destacó que "Francia ha mejorado en los dos últimos años", "ha crecido de forma exponencial, cambiado su mentalidad y su forma de jugar", y "Azerbaiyán tiene mucho oficio y va a ser muy complicado".
"Con la selección ha habido grandísimos partidos. Pero sí que es verdad que la mentalidad con la que salimos sorprendió a Rusia. Ponernos por delante con tanta diferencia fue muy difícil para Rusia", afirmó al recordar la final del anterior Europeo, jugado en Belgrado en 2016, en la que España ganó por 3-7.
En su opinión, aquel equipo "ha sido el mejor en cuanto al concepto de trabajo, de compromiso, de actitud, de mentalidad". "Fue una unión absoluta de todos los jugadores ante las tremendas dificultades que había por las lesiones. Fue el triunfo de la unión, de superar las adversidades y sobreponerse a las dificultades. Cuantas más dificultades, más sumamos todos. Ante esa situación todo el mundo dio un plus", dijo.
José Venancio López destacó que sus diez años al frente de la selección española ha sido un periodo "muy satisfactorio", del que se lleva "la experiencia y el orgullo de haber estado con los mejores jugadores, además de mantener la relación y la amistad con todos".
"Es difícil quedarse con un solo momento. Ha habido muchos buenos, pero quizá el más importante fue el primer Europeo de Oporto, que ganamos. Y sobre todo el partido ante Portugal, que perdíamos por 2-0 a falta de cinco minutos, y fuimos capaces de empatar y luego ganamos en los penaltis. Fue mi primer Europeo y para mí tenía muchísima importancia porque era el debut", recordó.
Con 2018 a punto de empezar, el técnico español se refirió también a los objetivos del fútbol sala nacional en la Copa de Europa de clubes de Zaragoza, donde "ojalá los dos equipos españoles, Inter y Barcelona, puedan estar en la final", ya que "sería un gran éxito deportivo y organizativo".
"El fútbol sala ha cambiado muchísimo. Se está convirtiendo en un poco más físico (...). Cada vez hay más minutos de cinco para cuatro, y muchas veces los partidos de deciden con el cinco para cuatro. Creo que hay que cambiar eso un poco e intentar que haya más juego en cuatro para cuatro. Hay que intentar que el cinco para cuatro solo sea un elemento para atacar. Le resta espectacularidad cuando no se utiliza para atacar. Al final nos estamos limitando solo a trabajar ese tipo de situaciones, y el fútbol sala es mucho más rico que eso", concluyó.
