La selección española femenina de waterpolo ha debutado este domingo en el Mundial de Natación, que se disputa en Budapest, con una amplia victoria frente a la modesta selección de Nueva Zelanda (2-10), consiguiendo así sus primeros puntos en el camino hacia las medallas.
El primer partido de España se esperaba, a priori, fácil con el antecedente del 23-2 que le encajó la selección en el pasado Mundial disputado en Kazán. Además, Nueva Zelanda no es una selección potente y acudió a este campeonato con las bajas de sus mejores jugadoras por tener que costearse los gastos.
Esta confianza hizo que a la hora de atacar y crear jugada, las chicas de Miki Oca se mostraran con muchas dudas y sin elegir la mejor opción en cada caso. Las españolas intentaron una y otra vez realizar su juego por dentro con las boya, pero no conseguían buenos resultados y no eran capaces de cambiar el sistema de juego.
El partido estuvo marcado por la gran cantidad de faltas en ataque que los árbitros le pitaron al conjunto español, sobre todo a Paula Leiton, y por la buena defensa por parte de las nacionales. España no mostró su mejor versión hasta el último cuarto, al cual llegaron con una ventaja de 1-6 con un parcial de 0-3 en el primer periodo, 1-1 en la segunda manga y 0-2 en el tercer cuarto.
Ya en el tramo final del encuentro, la selección empezó a mostrarse más firme en ataque anotando goles a través de sus boya, con robos y salidas al contraataque y con potentes disparos fuera de los cinco metros. Con este buen juego finalizó el partido y se consiguió un parcial de 1-4.
Este primer partido ha servido para que las dirigidas por Oca se quitaran los nervios, cogieran ritmo y ganaran confianza de cara al siguiente partido contra la temida y gran campeona Estados Unidos, que se enfrentarán el próximo martes día 18.
