El Barcelona le devolvió prácticamente la moneda de la dolorosa derrota sufrida en el mismo escenario hace 19 días en la Euroliga al Real Madrid (74-101) y le sacó los colores después de conseguir una incontestable victoria por 94-72.
Los de Pesic, sin Adam Hanga, Rakim Sanders y Kevin Seraphin, destrozaron a un rival, sin Luka Doncic, que nunca pudo con la defensa dazulgrana, tiró pésimamente (2/20 en triples) y no tuvo ni una ventaja durante todo el partido.
En un abrir y cerrar de ojos, los locales se escaparon en el marcador (16-6). Mejoró la intensidad de los capitalinos tras un tiempo muerto y lograron un parcial 0-8, aunque el Barça cerró el cuarto con siete puntos de renta (21-14).
En la salida del segundo cuarto el Madrid se puso a un solo punto (23-22). Hasta ahí llegaron las esperanzas blancas, porque el Barça volvió a escaparse gracias a un parcial de 13-2 (43-29) y consiguieron la máxima diferencia a 1:26 para el descanso, una ventaja que aun ampliaron tras una canasta de Moerman, que puso el 45-29 en el ecuador.
Los locales habían cimentado hasta entonces su juego en la defensa, puesto que dejaron al Real Madrid en 14 y 15 puntos en cada uno de los dos primeros cuartos.
En la salida del tercer cuarto, el Barcelona se desmelenó, logró nueve puntos consecutivos y se disparó en el marcador (54-29), después de una canasta de Tomic.
Máxima de 31
Para entonces ya estaba todo decidido. Con un Madrid muy errático en el lanzamiento –en el tercer cuarto anotó 15 de sus 17 puntos desde el tiro libre–, el Barça logró una máxima ventaja de 27 (71-44).
En el cuarto final, en el intercambio de canastas los locales llegaron a dominar por un máximo de 31 puntos (90-59), una diferencia que se acortó hasta el 94-72 final después de que los madridistas pusieran más empeño en maquillar el tanteador.
En el balance de este curso, el Barça aventaja por 3-2 a los blancos, aunque en la ACB, la lucha de los azulgranas es por la segunda plaza y están lejos, a cuatro victorias, de los de Pablo Laso.
