El Depor femenino cerró el domingo la primera temporada de su historia en Segunda. Lo hizo con goleada, una más. El subcampeonato, cinco puntos por debajo del Oviedo Moderno, se antoja un premio menor para un proyecto tan ambicioso. Los más críticos dicen que el título y el ascenso eran una obligación. Manu Sánchez, responsable de la sección y entrenador del primer equipo, pone en valor la campaña de sus chicas y aplaza la lucha por las más altas cotas hasta el próximo curso.
¿Qué nota le pondrías a la plantilla?
Un sobresaliente. Lo merecen porque arrancar un equipo de cero y con la dimensión que tiene el Deportivo supuso un cambio de chip y de rutinas al que no estaban acostumbradas las jugadoras. Además, la juventud de la plantilla dificultaba la puesta en marcha del proyecto. Pese a estos condicionantes, las jugadoras se han involucrado al 100% y han estado a la altura del escudo.
¿Y si te pido una autoevaluación como entrenador?
Me pondría un notable porque el sobresaliente significaría haber logrado el título de liga y, como entrenador, es mi objetivo, pero la valoración general la deben hacer desde el club y desde fuera, aunque no todo es entrenar y ganar partidos.
¿Cuáles son esos factores que no se ven desde fuera?
Al iniciar un proyecto en un club como el Deportivo cambian muchos aspectos: a nivel estructural, social, de comunicación... Por ejemplo, en el Depor nunca se habían planteado contar con un ginecólogo y este año ha sido necesario. Son cosas que la gente no ve, que tuvimos que ir encajando y poniendo al día para que los dos equipos femeninos fueran dos más dentro de la estructura deportiva.
Sería injusto exigirles a las chicas el ascenso en su primera temporada
Hay gente que considera un fracaso no haber ganado la liga, ¿qué les dirías?
Sería injusto exigirles a las chicas el título o el ascenso en su primera temporada y por mi parte sería un error cargar con esa responsabilidad a las jugadoras, cuando la mayoría no superan los 20 años. El club acertó al no marcarse el objetivo del ascenso, sino que le ha dado más importancia a poner en marcha el proyecto en las mejores condiciones.
Da la sensación de que os descolgasteis de la lucha por el título tras la derrota contra el Oviedo Moderno, en la primera jornada de la segunda vuelta, ¿es así?
El calendario ha sido un detalle fundamental. Después del encuentro en Oviedo (2-1) las opciones se redujeron mucho. Desde aquel día el equipo ha crecido: encadenamos doce partidos sin derrota y hemos mejorado nuestros números respecto a la primera vuelta, pero no hemos podido demostrarlo contra nuestro rival.
¿Cuáles han sido los mejores momento de la temporada?
Es algo que yo tengo muy claro y, que además, así se lo he transmitido a las jugadoras. Todas tenemos en mente el Teresa Herrera, que fue el bautismo del equipo, en Riazor y finalizando con una tanda de penaltis antológica, delante de 18.000 personas y con el primer equipo animando. La derrota en Oviedo me la guardo a nivel de vestuario. Nos hizo más fuertes y nos sirvió para aprender mucho. Y el desplazamiento de aficionados que organizó la Federación de Peñas es algo difícil de olvidar.
¿Y los peores?
Las lesiones, sin duda. Hemos tenido algunas de larga duración que han afectado al grupo. La unión y empatía que hay entre las chicas se ha visto reflejada en esos momentos. Para muestra, la lesión de Perdi ante el Monte (sufrió una rotura parcial de ligamentos en una rodilla) nos sacó del partido.
¿Hay una explicación ante un número tan alto de lesiones?
La mayoría de las que hemos sufrido durante la temporada son difícilmente controlables. Las de Cris, Ari, Raquel, Tamy o la propia Perdi han sido de carácter traumático o de malos apoyos. Creo que se ha hecho un trabajo de prevención muy bueno, coordinado con Andrea (fisioterapeuta) con Alba (preparadora física). El fruto lo estamos viendo ahora: las jugadoras han acabado en una condición física admirable.
¿Has conseguido transmitir al equipo el estilo de juego que querías plasmar sobre el campo?
Mi idea va en consonancia con el tipo de jugadoras que tenemos. Un equipo, sea masculino o femenino, tiene que salir a ganar cada partido desde el minuto 1. Y en este caso más porque el Depor es la re-ferencia del fútbol femenino gallego. No siempre nos ha salido como esperábamos, pero estamos contentos con la línea que hemos seguido. Es cierto que asumimos riesgos en ataque y eso nos convierte en un equipo muy expuesto en defensa. Todas las ocasiones que nos generan suelen ser al contragolpe. Eso dice mucho de la idea, pero es la que nos ha llevado al éxito. El reflejo de todo esto es que hemos acabado la liga igualando el récord histórico anotador del grupo 1 (120 goles).
No todo es ganar partidos, hay muchas cosas que no se ven desde fuera
Con el paso de las jornadas algunos rivales han sabido contrarrestar esa idea.
Es cierto que a principio de la temporada hacíamos un fútbol más alegre y teníamos más facilidad porque los rivales no nos conocían. Por suerte o por desgracia, todos nuestros partidos están en internet, los rivales nos estudian y vienen a tapar nuestras virtudes. Que se tomen tantas molestias en prepararse contra nosotros es una motivación.
¿La próxima temporada tendréis más presión?
No creo que sea presión, sino la evolución lógica del proyecto. Si decimos que en este primer año la meta era poner en marcha el equipo, el objetivo en el siguiente debe ser el título de liga y luchar por el ascenso.
¿Ya estáis planificando los detalles del próximo curso?
En este momento estamos trabajando con las renovaciones. Es ley de vida que en estos proyectos haya altas y bajas. Estamos muy contentos con la práctica totalidad de la plantilla, pero la prioridad es mejorar y tenemos que ver qué opciones tenemos. Hay alguna jugadora que no va a continuar y otras que van a llegar.
El presidente anunció, tras la firma de Tere y Raquel como las primeras profesionales del equipo, que no serían las únicas. No hay más casos excepto los de las venezolanas Kika y Gaby.
Como ya dijimos en su día la intención es que haya más jugadoras profesionales en la plantilla, pero por diversas circunstancias todavía no se ha dado esa situación.
Destaca el caso de Nuria, la jugadora más desequilibrante del equipo, ¿continuará en el Deportivo?
Sí, Nuria ha renovado por una temporada más.
El mercado del fútbol femenino para un equipo de Segunda es limitado, ¿se complica la labor de fichar caras nuevas para el proyecto?
No creo que sea así. El año pasado teníamos el gran hándicap de que nadie sabía qué iba a ofrecer este proyecto a las jugadoras. Ahora ofrece la mejor opción para jugar al fútbol femenino en Galicia y eso también ayuda a la hora de adquirir jugadoras.
¿Qué perfil pretende incorporar el Deportivo para la próxima campaña?
La línea va a seguir siendo la misma: apostar por los jóvenes valores gallegos, que serán el futuro del Deportivo, y rodearlo de otras jugadoras más veteranas que le puedan aportar consistencia y experiencia al equipo. Es cierto que en el depor no podemos renunciar a fichar jugadoras que no sean gallegas. Si tienen el perfil para estar aquí intentaremos hacernos con ellas.
TERE: "Era una gran futbolista cuando llegó y hoy por hoy es una referencia. Nos aporta mucho por su carácter y carisma. Ayuda a que las demás sean mejores".
NURIA: "Se ha sacrificado para tener una evolución física destacable. Eso le ha permitido mejorar en muchas facetas, algunas a las que no estaba acostumbrada"
LÍA: "Parece que tiene un papel más secundario, pero nos ha dado muchas cosas en momentos importantes y ha ayudado a suplir carencias fuera de su posición con naturalidad".
ESTEFI: "Hace diez años pasó por una lesión muy grave. Se ha superado y no ha dudado en renunciar a su trabajo para involucrarse más. El 'pichichi' es un premio a su esfuerzo".