El Depor se queda con la miel en los labios
lll
17º-23º

El Depor se queda con la miel en los labios

El Depor se queda con la miel en los labios
Algunos integrantes del equipo deportivista en la Ciudad Deportiva (RCD)

Usuario

Con la miel en los labios. Y en El Requexón. Fuera bromas, el Depor fue mejor, por sensaciones y por ocasiones. Los blanquiazules pagaron un alto precio: el gol de Valín mal anulado y el 1-0 del Oviedo, obra de Guille desde la frontal. La reacción no se hizo esperar. Boedo empató de tacón y a la media vuelta, un lujo necesario. El propio Boedo, Pedro y Mosquera tuvieron el tanto de la remontada en sus botas. No fue posible. Y el empate sabe a poco. O a miel con requesón.

Este Depor mantiene el bloque y la inercia del curso pasado, cuando encadenó casi seis meses sin perder hasta su derrota en Sevilla. El empaque y la tranquilidad que dan una temporada de experiencia en División de Honor Juvenil se notan. Es pronto, queda mucho y todos esos tópicos, pero huele a equipo campeón.

En un terreno de juego irregular y mojado, ante un rival bravo y expeditivo, los blanquiazules no se amilanaron. Se plantaron desde el principio. Aquí estoy yo. Soy el Deportivo y he venido a ganar. No resultó. Cuestión de detalles. Pero el poso que deja es importante.

Rubén Coméndez sigue la línea y metodología marcada por el club. Los centrales salen con el balón jugado, los laterales, muy abiertos y profundos, de mediocampo para delante, asociación y permutas, toque y verticalidad. Destacan Carracedo, carrilero derecho muy potente y de larguísimo recorrido; Mujaid, el 'kaiser' blanquiazul, aseado con el balón y contundente sin él; y Boedo, revolucionario, casi anárquico y definidor, solo le faltó el segundo gol.

El Depor alternó fases de claro dominio, más o menos brillante, con otras de equipo sufridor cuando el Oviedo, más vertical, inquietó, sobre todo a balón parado. Avisó carracedo a los 14 minutos con un remate al lateral de la red y acertó Valín tras una de las mejores jugadas del partido, rápida y precisa triangulación, pero el árbitro invalidó el gol. El señor carbajales Gómez ya amargó al deportivismo el pasado año (del 2-4 se pasó a un 4-4 mediante un penalti y una expulsión). ¿Quién dijo que era mejor un malo conocido?

En la segunda parte, Guille aprovechó la falta de atención blanquiazul en una segunda jugada, cazó el rechace y clavó un trallazo imparable para Ricardo. El gol en contra reavivó al Depor y Boedo igualó, de tacón tras un servicio de Pedro. El propio Boedo, en dos ocasiones, acarició el segundo; Pedro y Mosquera también. La pelota no quiso entrar. Ya entrará. Es el camino.

El Depor se queda con la miel en los labios

Te puede interesar