El próximo fin de semana se celebrará en Ourense la cuarta prueba del Campeonato de España de Rallies de asfalto, y en medio de una lista donde se excede el centenar de inscritos, aparece un nombre que pese a no ser nuevo en estos escenarios, asociamos todavía mucho más a modalidades como el triatlón o el ciclismo: Iván Raña Fuentes, cuya trayectoria deportiva precisamente se caracteriza por no seguir el rumbo de la mayoría, sino ejercer de pionero en muchos aspectos.
Según comenta, "desde muy joven me han gustado los rallies, y me gustaría poder dedicarles mucho más tiempo en el futuro. Tal vez hay gente del automovilismo que todavía no me toma en serio, incluso amiguetes que tengo... Eso me motiva para hacer las cosas bien, porque es algo que he vivido siempre. Muchos de los que no te toman en serio o se ríen, tampoco se atreven a hacer algo que no dominan, posiblemente por miedo al ridículo o tener una mente cerrada que no les permite salir de su jaula".
Y añade que "pero por suerte tengo amigos que sí confían en la manera de trabajar o de hacer las cosas que tengo, y muchos otros no prejuzgan si no te conocen".
Con 37 años de edad y unas cuantas vueltas al mundo, "he podido conocer a gente con éxito en muchos ámbitos diferentes, pilotos, cantantes, ingenieros, ciclistas, empresarios, aventureros, militares, pintores... y detrás de todos ellos está el trabajo. Yo tampoco creo en eso de "qué huevos tiene" o "qué bravo es", sino que tienes que estar preparado para realizar algo bien, y si no lo estás, lo que haces es jugar a la lotería".
TRANSICIÓN
¿Puede la conducción de un coche de carreras albergar similitudes con la bicicleta? Raña, en su día ciclista profesional y que ya ha competido en algo más de media docena de rallies, opina que sí: "Cuando bajas en una bici tienes que saber leer la carretera, buscar la trazada óptima, anticipar el agarre y frenar sólo lo justo, evitando que las ruedas se deslicen, porque si blocas una de ellas te caes muy fácilmente. Por eso creo que Óscar Pereiro pudo haber sido un buen piloto de rallies, aunque se desanimó pronto. Además, rodar en un pelotón ciclista obliga a desarrollar la concentración, gestionar el nivel de nerviosismo e incluso superar cierto grado de dolor, con la mente lo bastante fría para buscar un resultado óptimo. Creo que todo eso son buenas lecciones de cara a rodar en un coche, además de que la bici te aporta sensibilidad en la conducción. Para un ciclista profesional, es instantáneo sentir aspectos como la presión de aire en los neumáticos, o percibir modificaciones en piezas que a veces son de milímetros. Obviamente lo óptimo sería alcanzar ese grado de percepción en un coche de carreras, pero es más complicado porque los kilómetros de rodaje son mucho más complicados y caros de hacer."
Una de las grandes dificultades para un 'novato' en los rallies reside, precisamente, en que la experiencia adquirida por los veteranos les permite rodar a un mayor ritmo con menor nivel de riesgo. Raña descubrirá esta semana unos tramos por los que muchos de sus rivales han competido a menudo, pero defiende que está acostumbrado a competir por carreteras que no conoce, y confía además en el buen fruto de los sabios consejos aportados por un buen número de amigos pilotos, entre los que sobresale el nombre del propio Carlos Sainz, con el que guarda una estrecha relación.
"Para mí, las mayores dificultades que entrañan los rallies residen sobre todo en dos aspectos: Uno es de conducción y serían las frenadas más fuertes (que lógicamente jamás se practican en la conducción diaria, y que además son difíciles de recrear en circuitos como A Pastoriza y Braga, a donde voy a rodar cuando tengo oportunidad), y el otro es más técnico como son las notas, el ser capaz de hacer una buena descripción de la carretera, en la que apoyarse luego para poder rodar con confianza. En todo caso mi objetivo es acabar el rallye satisfecho con mi trabajo, y no me preocupa tanto el resultado como aprender de cara a un futuro en el que me gustaría pasar al automovilismo".
UN OBJETIVO: HAWAI
Durante este año, Raña combina su preparación de cara a la cita del Mundial de Triatlón que se celebrará el próximo mes de octubre en Kona (Hawai), con la participación esporádica en diversas pruebas del Campeonato de España de Rallies, a bordo de un Ford Fiesta R2T, vehículo con motor 1.000cc turbo que aplica unos 180 CV de potencia sobre las ruedas delanteras.
Para la realización de este reportaje, cenamos con Iván el pasado sábado, y nos sorprendía saber que el domingo competiría en una prueba del Campeonato Gallego de Ciclismo en ruta, con un recorrido de 140 km en el entorno de Ponteareas ("simplemente voy a salir a rodar en pelotón, y lo utilizaré como entrenamiento"), pero al mismo tiempo le veíamos devorar sin reparos un chuletón con patatas fritas, regado con una copa de rioja.
Un menú diferente del que uno asocia automáticamente a según qué deportistas, y que suele tener la pasta como protagonista. También en eso Raña ha sido siempre heterodoxo, y defendido una postura opuesta a la de la mayoría.
"Cuando me tomo una chuleta, muchos me miran sorprendidos, sin embargo si me pidiera un postre, o me tomase un refresco con azúcar, no lo harían. Se ha creado el bulo de que las grasas animales son malas y los hidratos de carbono, como la pasta, buenos para los deportistas. Yo también pensaba que tenía que tomar pasta a diario, pero ya no. Mucha gente es adicta a los azúcares y no la sabe. no suelo tomar geles y azúcares. Solo los geles que me hace mi marca de nutrición 226ers, que entienden de lo que hablo, porque piensan lo mismo, y hacen un producto diferente. Creo que es mucho mejor consumir alimentos naturales y verdaderamente nutritivos, que comer mal y luego ingerir determinados complementos."
