El Superdepor cumple veinticinco años
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El Superdepor cumple veinticinco años

El Superdepor cumple veinticinco años
El 3 de octubre de 1992, el Deportivo, que había ganado las cuatro primeras jornadas del campeonato, superó en la quinta al Real Madrid en un Riazor lleno hasta la bandera. Fue el germen del Superdepor, como tituló entonces El Ideal Gallego. En aquel e

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Súper, súper Deportivo. El 3 de octubre de 1992, hace 25 años, El Ideal Gallego titulaba así su portada para bautizar, sin copyright pero con mucha visión, lo que se avecinaba. El Depor acababa de tumbar al Real Madrid en Riazor, remontada incluida, y empezaba su época dorada de la mano de jugadores como Bebeto y Mauro Silva, con Arsenio Iglesias en el banquillo y Augusto César Lendoiro en el palco.

El club coruñés, que había pasado su larga ‘noite de pedra’ en categorías inferiores y había regresado a la élite apenas un año y unos meses antes, certificó aquel día su transformación en un equipo capaz de luchar por liderar el fútbol español, pisar Europa y ganarse el cariño y el respeto de todo el balompié.

Aquella Liga de la que se cumplen las ‘Bodas de Plata’ comenzó para el equipo coruñés con un pleno de cinco triunfos. Djukic estaba seguro de que \“los puntos\” se iban a \“quedar en Riazor\”, pero Iván Zamorano replicaba desde la capital: \“El Deportivo es muy asequible\”.

Se pronosticaba el lleno en el estadio de Riazor, donde el líder del campeonato, el Depor, recibía al aspirante. Los contratiempos para el Madrid habían empezado la víspera del partido. La expedición madridista no pudo tomar el avión que le iba a trasladar a A Coruña a las 20.30 horas, tal y como estaba previsto por el club, por un error: los billetes correspondían al vuelo de las 15.20. Al final, viajaron aquel mismo día, pero horas más tarde y aterrizaron en Alvedro pasadas las once de la noche.

\“La tensión llegará momentos antes de que vaya a comenzar el partido en el mismo estadio de Riazor\”, vaticinaba Fran. Mauro Silva, incorporado en verano, añadía: \“Yo ya pasé por estas situaciones en otras oportunidades y es necesario tener la cabeza fría para no verse envuelto en esa euforia\”. En el vestuario, creían en la victoria, pero llamaban a la calma.

El partido
El Deportivo tuvo ocasiones en los primeros minutos, pero el Real Madrid se adelantó en el 22 tras un error que aprovechó Míchel para ceder el balón a Hierro, que anotó el primero. El chileno Iván Zamorano firmó el segundo tan solo tres minutos después con un cabezazo en posición dudosa. José María Marín López, del colegio riojano, le dio validez.

El Deportivo se recompuso de esos mazazos. Bebeto anotó el tanto de la esperanza del Deportivo antes del descanso, uno de los 29 que le otorgaron las estadísticas ese curso y que le convirtieron en máximo artillero del campeonato. El punta aprovechó un pase de Aldana, regateó a Jaro y anotó pese a la oposición de Lasa.

El brasileño repitió como goleador en la segunda parte (minuto 65). Esta vez se aprovechó de una cesión atrás de los blancos para regatear al guardameta y marcar a puerta vacía. El Deportivo completó la remontada con un tanto en propia meta de Ricardo Rocha (al intentar despejar un centro de su compatriota) cuando faltaban diez minutos.

Poco después, el equipo herculino se quedó en inferioridad por la expulsión, por doble amarilla, de López Rekarte, pero aun así pudo mantener la ventaja y celebrar un triunfo con el que se ganó el apodo de Súper y que, además, le permitió seguir al frente de la clasificación de la Liga, aunque finalmente fue tercero por detrás del Barcelona y el Real Madrid. Hierro consideró que la \“fortuna\” estuvo del lado del Deportivo en aquel encuentro, pero Floro admitió que el Deportivo había merecido el triunfo.

El árbitro (sí, entonces hacían declaraciones), consideró que el segundo gol del Madrid y el tercero del Depor eran legales.

El Deportivo, tras el podio de aquella Liga, rozó el título la siguiente temporada (1993-94), en la que perdió el campeonato en la última jornada, y se resarció en la Copa del Rey de 1995, cuando levantó su primer trofeo oficial para poner el broche a aquel primer Superdepor (luego llegó el de Irureta).


REACCIONES
Liaño
: \“A partir de ahí empezó a cambiar la historia del Depor y Riazor, que tenía fama de bastante blanco, fue un fortín\”

Paco Liaño defendió el arco del Deportivo en el germen del Superdepor. \“A partir de ahí empezó a cambiar la historia del Depor\”, afirma el guardameta cántabro veinticinco años después. Riazor, donde el Madrid se sentía casi como en casa, dejó su lado merengón.

Un año antes, el Real Madrid le había goleado (0-3) y en la siguiente jornada en casa, también le dio un repaso el Barcelona (0-4). \“Yo, a nivel personal, tengo más presentes las derrotas del año anterior, que por los goles me causaron cierta ‘depre’. De ese encuentro no tengo un recuerdo muy especial, pero sí de lo que supuso: a partir de ahí, un estadio con fama de ser bastante blanco se empezó a convertir en el fortín del Superdepor\”, sostiene. \“El crecimiento de aquel equipo se vivió de una forma muy tranquila y con naturalidad. Arsenio se preocupaba de que el vestuario no se fuera. Él fue uno de los principales responsables de que se viviera con sencillez. Era difícil porque muchos coqueteábamos por primera vez con el fútbol de élite y eso nos podía haber hecho perder la cabeza. Creo que no se ha vuelto a vivir una situación similar en el Depor, en la ciudad, incluso cuando se ganaron títulos. Ahora ha pasado suficiente tiempo para que alguna generación que no disfrutara de las mieles del Superdepor o Eurodepor vuelvan a vivir algo similar\”, arguye.

Fran: \“Nos jugamos la vida la temporada anterior y de repente fue decir: aquí estamos, nació un equipazo\”

Desde Manchester, Fran recuerda aquel 3 de octubre del 92: \“Ese partido cambió la historia del Deportivo. Necesitábamos una victoria así para relanzarnos. La conseguimos con cierta suerte porque el tercer gol fue en propia meta, pero fue merecida por el esfuerzo del equipo. Aquel fue el principio de lo que vendría, de los éxitos que tuvimos. Supuso romper un poco esa barrera de creérnoslo o no creérnoslo. La rompimos y el equipo fue in crescendo, se generó esa confianza en el vestuario y se mantuvo la unión de los jugadores\”.

Unos meses antes, el Depor se había salvado en la promoción. \“Nos habíamos jugado la vida la temporada anterior y de repente fue decir: aquí estamos, ha nacido un equipazo. Ahí empezó, además, la maldición del Real Madrid en Riazor. Una de las cosas más importantes es que una victoria como esa refuerza muchísimo a un equipo. Rompimos con el pasado\”, asegura.
\“Se había hecho un equipazo. Pero no solo era eso. Para que funcione tiene que haber buen ambiente, buena planificación, las piezas tienen que encajar... A día de hoy, muchos deportivistas recuerdan de memoria aquella alineación del Deportivo. Era un equipo perfecto\”, sostiene. A pesar del éxito, los blanquiazules mantuvieron los pies en el suelo. Para eso estaba el míster: \“Con Arsenio la euforia duraba lo justo y necesario\”.

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