La pizarra mata a los blanquiazules
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17º-23º

La pizarra mata a los blanquiazules

La pizarra mata a los blanquiazules
Girona vs Deportivo Photo: Acero / ALFAQUI

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El Deportivo de Clarence Seedorf sigue sin despegar y anoche sufrió la cuarta derrota desde la llegada del técnico holandés. Los blanquiazules, que solo han sumado dos puntos de 18 posibles con el neerlandés, llevan sin ganar desde hace tres meses, puesto que su último triunfo tuvo lugar el 9 de diciembre, ante el Leganés en Riazor (1-0).

El estratega deportivista dio continuidad al sistema de la pasada jornada, contra el Eibar, después de las buenas sensaciones mostradas frente al cuadro vasco, pese a jugar con un hombre menos durante 50 minutos. De esta manera, los blanquiazules volvieron a formar con un 1-4-4-2 en rombo, con tan solo dos cambios en el equipo, respecto al duelo anterior. La entrada de Rubén por Koval, sancionado con un partido tras su expulsión frente al cuadro eibarrés, y la presencia de Mosquera en la banda izquierda en lugar de Çolak.

El primer cuarto de hora transcurrió sin un claro dominador, con un Girona sin prisa y un Deportivo con dificultades para superar el muro rojiblanco. Aun así, fue el equipo herculino el que mandó el primer aviso, en el minuto 9, por medio de una acción en la que participaron sus tres hombres de ataque. Lucas abrió el balón a la banda derecha y Andone envió un centro raso que se paseó por el área catalana sin que Adrián llegara a conectar con la pelota.

Nueve minutos después, fueron los locales quienes probaron puntería, por medio de un remate de Stuani desde la frontal del área que salió desviado.

ANTICIPACIÓN | Los dos tantos de los catalanes llegaron en dos acciones casi calcadas


Una falta innecesaria de Eneko Bóveda en el minuto 21 rompió el equilibrio de un partido que, hasta ese momento, apenas había tenido historia. Álex Granell colgó el balón al área, Bernardo, que le ganó la partida a Sidnei, remató de cabeza, Rubén despejó mal la pelota, que quedó muerta a pocos centímetros de la línea de gol, y Stuani, atento, no falló ante el meta de Coristanco.

Una vez más, el adversario necesitaba muy poco para ponerse por delante en el marcador.


Cinco minutos después de recibir el jarro de agua fría, el conjunto coruñés efectuaba su primer disparo entre los tres palos, con un chut de Andone que fue a las manos de Bono.


Un remate al que contestó Pere Pons en el 29, pero el cancerbero visitante impidió el segundo tanto local. 
El tiempo avanzaba sin que los blanquiazules fueran capaces de generar absolutamente nada. Y es que cuesta mucho saber a qué juega el Deportivo de Seedorf, que, pese a tener en el campo a toda su artillería, es incapaz de hilvanar dos pases seguidos y parece confiar toda su ofensiva a la inspiración de sus delanteros o a una acción de estrategia.

A un minuto del descanso, los coruñeses dispusieron de su ocasión más clara. Muntari, que se ha convertido en una de las piezas más importantes del equipo desde su debut, robó un balón en la frontal del área del Girona y asistió a Andone, que no supo resolver en su mano a mano con Bono. El rumano tiró al ‘muñeco’ ante el cancerbero rojiblanco, que estuvo rapidísimo para anticiparse e impedir el empate. 

Segundo tiempo gris
La segunda mitad arrancó con una subida por la banda del conjunto herculino, que acabó con un centro de Andone desde la banda derecha al que no llegó nadie para rematar.
En el minuto 50, Maffeo lanzó un obús ajustado al poste derecho, pero Rubén metió una muy buena mano para despejar la pelota.

El Deportivo trataba de mover el balón, pero seguía sin efectuar una propuesta demasiado clara ante un Girona que se conformaba con ver cómo transcurría el tiempo, a la espera de una nueva oportunidad para matar el encuentro. Y esta le llegó en el minuto 57, en una acción calcada a la del primer gol. Álex Granell volvió a colgar una falta al área y, como en el 1-0, encontró a un rematador sin oposición. Juanpe le ganó la partida a los centrales blanquiazules y, de cabeza, envió el balón al fondo de la red.

Los catalanes, casi sin despeinarse, resolvían la papeleta en dos jugadas de estrategia
Tras ver perdido el encuentro, Seedorf trató de darle una vuelta de tuerca al equipo, en busca de una apuesta más ofensiva. De esta forma, el holandés metió a Bakkali y sentó a Muntari.
Cinco minutos después, el preparador blanquiazul se vio obligado a realizar un nuevo cambio por la lesión de Bóveda, al que sustituyó Juanfran.

Pese a las variantes, el juego del conjunto coruñés no mejoró. Los blanquiazules tenían la pelota (pero porque al Girona le convenía) y no sabían qué hacer con ella.


La mejor ocasión de los coruñeses en la segunda mitad llegó en el minuto 82. Tras una buena acción de Lucas, que le dio el balón a Adrián, el asturiano, en lugar de buscar el pase al área pequeña para Andone, disparó y Bono, bien colocado, la atrapó sin problemas.


El conjunto deportivista fue una nulidad en ataque ante un Girona que le asfixió de principio a fin.

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