En Riazor, por fin de tres
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17º-23º

En Riazor, por fin de tres

En Riazor, por fin de tres
Los seguidores volvieron a celebrar una victoria del Deportivo como local | patricia g. fraga

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\“Ya tocaba\”, que dirían muchos a la conclusión del encuentro ante el Leganés

Un choque que se saldó con victoria blanquiazul, más de dos meses después de la última lograda en el Abanca Riazor, el 30 de septiembre contra el Getafe (2-1).

Entonces con Pepe Mel, ahora con Cristóbal Parralo, que inauguró su casillero de victorias en el feudo herculino. Un estadio que no registró la mejor de las entradas (18.447, según datos facilitados por el club blanquiazul). El anticipo de un temporal que no impidió a los fieles seguidores herculinos acudir a su cita con el ‘club de sus amores’. Comenzó algo fría la afición, como el partido, pero se fue animando con el paso de los minutos y con el dominio, cada vez más latente, del Deportivo.

Silbidos al colegiado
El ‘respetable’ no entendió muchas de las decisiones de Melero López, que consideró que permitió muchas veces el juego duro del Leganés.

Menos comprendió que a las primeras de cambio sacase tarjeta a Schär por una entrada, aunque dura, similar a algunas otras que habían hecho los futbolistas ‘pepineros’. Todo se olvidó con la explosión que supuso el gol de Adrián, que vino precedido de un gran disparo de Emre Çolak, que repelió como pudo Cuéllar.

El asturiano se tiró en plancha a rematar de cabeza y en su partido 100 con la elástica blanquiazul hizo vibrar a Riazor con su tercer tanto en esta temporada. No fue la única jugada aplaudida por la grada coruñesa, que no dejó de premiar con palmas el trabajo del ariete de Teverga, de los más destacados de la contienda.

Luces al descanso
El público presente se fue tranquilo al descanso, pese a la exigua renta, e incluso se permitió rememorar el apagón sufrido hace casi un año en el Deportivo-Osasuna.

Linternas de móviles moviéndose al ritmo de la música y la hinchada con ganas de vivir un segundo acto libre de innecesarios sustos.

Los blanquiazules siguieron dominando al Leganés tras el paso por vestuarios, pero no llegó el tanto de la tranquilidad. Sí que hubo varias ocasiones que levantaron a la grada, como el disparo al larguero de Carles Gil (que algunos ya cantaban como gol). También vieron dentro un tiro de Emre Çolak, tras una gran dejada de Adrián, pero el turco elevó el balón por encima de la portería defendida por Cuéllar.

Nervios al final
Algo de intranquilidad hubo en la grada en los últimos minutos. Si bien el Deportivo seguía mandando en el luminoso, el Leganés, con más corazón que cabeza, trataba de acercarse al área herculina. Una última falta colgada al área que repelió Rubén, recibiendo falta, fue el único susto de un partido en Riazor en el que se volvió a sumar de tres.


NOMBRE PROPIO
ÇOLAK
Los seguidores ovacionaron los diferentes recursos técnicos mostrados sobre el verde por el jugador turco. Pases de tacón, rabonas y otros detalles que fueron respondidos con sonados aplausos.

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